Opinión

Quim Torra

Si creíamos estar curados de espanto o de lo que fuera con el divertidísimo Puigdemont, que es mejor que Ángel Garó y Chiquito de la Calzada juntos, pues no. Siempre se puede mejorar. El supuesto nuevo president de la Generalitat, Quim Torra, es más grande aún que el propio Puigdemont. Su colección de frases extraordinarias ha inundado las redes sociales y la prensa extranjera en un alarde de ingenio e inventiva difícilmente superable.

Entre otras perlas rescatadas de los fondos marinos del sudeste asiático por esos buceadores a pulmón libre que son los indepes catalanes, Quim Torra ha dicho que el asunto de Cataluña es una "crisis humanitaria". Genial. ¿Entonces deberíamos enviar allí a Médicos sin Fronteras y otras oenegés para rescatar a los catalanes buenos que se ahogan en el Mediterráneo? ¿Arriesgados bomberos dispuestos a dar la vida por Junqueras y sus colegas? ¡Uau! Una lancha de voluntarios jugándoselo todo y entrando a toda mecha en Estremeras sería la bomba. Daríamos el golpe. Si lo hacen, yo prometo ayudar con una donación de medio euro. Lo juro. 

Quim Torra es la estupidez convertida en político, pero por error. Casi parece uno de esos robots que fabrican en Japón que saben subir y bajar escaleras y saludar con la mano amablemente. Rajoy y otros que andan por aquí no le llegan ni a la suela de los zapatos a Quim. El tipo es un "crack". A mí me asombra, y como ya me voy haciendo mayor me gusta que me asombren. ¡Chapeau por él!

Por ejemplo: "Los catalanes vamos en coches particulares y nos lo pagamos todo, no hacemos como los españoles". ¡Vaya! Yo hace ocho años que no tengo coche, pero mientras lo tuve pagaba la gasolina, la ITV y todas las reparaciones. No entiendo lo que quiere decir este señor. ¿Existía una fórmula para que yo no tuviera que pagar los gastos del coche por ser español? Pues no me enteré. Será que soy tonto. Seguro. Otra frasecita suya: "Vivimos ocupados por los españoles desde 1914". ¡Impresionante, oye! Si es así y no tengo por qué dudar de tu palabra sincera, Quim, entonces sois gilipollas desde 1914. 

Pero sigamos: "Vergüenza es una palabra que los españoles han eliminado de su vocabulario". ¡Vaya! Puede ser, pero a mí me parece que Quim no se entera. Ningún español ha eliminado la palabra vergüenza de su vocabulario. Es más, la utilizamos constantemente todos salvo él. Vergüenza es una "turbación del ánimo ocasionada por la conciencia de alguna falta cometida o por alguna acción deshonrosa o humillante". 

En realidad es Quim Torra el que no tiene vergüenza. Ya saben, cree el ladrón que... A ver si algún familiar o amigo le regala un diccionario de la RAE. Más que nada para que lo lea, aunque no creo que lo vaya a hacer. Seguramente ni siquiera sabe leer. Yo creo que este tipo va a acabar también en Bélgica, haciéndole la pelota a Leopoldo II, su héroe.

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