Opinión

La red es la abuela

No sé si se han fijado pero internet está lleno de remedios caseros. Hay remedios para todo. La Red cada día se parece más a nuestra abuela pero un poco como si se le hubiera ido la pinza a la pobre señora. Nuestras abuelas tenían más sentido común. Por ejemplo y para que vean un poco de qué va esto, que ya sé yo que ustedes no van a internet ni que los maten y hacen muy bien, les cuento algunos remedios que he encontrado por ahí a vuelapluma, o a vuelarratón que todo será más o menos lo mismo.

Si se pone usted un pedazo de cebolla fresca en la oreja por la noche y duerme con él, se cura el cáncer de colon a la mañana siguiente. Se supone que en el caso de que tuviera cáncer de colon antes de acostarse, claro. Lo de beber un zumo de limón por la mañana, en ayunas, excuso comentarlo. Ya sabrán todos ustedes que eso lo convertirá en minutos en un auténtico supermán. Clark Kent para entendernos, un tipo cachas y sanote al que nada puede hacer daño excepto la kryptonita o las lágrimas de su novia Lois Lane. Otro truco muy bueno es el del ajo. El ajo es una fuente inagotable de remedios, cosa que ya sabíamos desde la antigüedad. Pero internet va más allá. Si come usted un diente de ajo crudo al día, vivirá eternamente. Garantizado. Eso sí, su aliento le resultará insoportable al resto de sus congéneres. Eternamente. Usted elige.

Además, en ese resbaladizo terreno internet se deleita a menudo ofreciendo una serie de remedios sencillos pero que tiene que elaborar uno en casa y que al final siempre requieren de un ingrediente raro, difícil de entender o de conseguir. Según internet si usted no tiene nada que hacer y le dedica un poco de tiempo en la cocina puede elaborar remedios naturales para todo, para la hipertensión, para la caída del pelo, para la ciática, para la tos, para el hígado, para el páncreas, etc.

No hay dolencia que no tenga su correspondiente remedio en la Red. Todo es ponerse a ello. Los remedios generalmente son a base de ajo, perejil, apio, aguacate, pepino, limones, alcachofas, miel y una larga lista de frutas, verduras y productos de toda índole que cualquiera puede encontrar en un supermercado. Eso sí, al final siempre necesitará añadirle algo raro como por ejemplo avena, aceite de coco, tupinambo, camote o coenzima Q-10 que vaya usted a saber donde se compra eso y qué demonios es.

Pero el mejor que he encontrado entre todos estos remedios maravillosos es uno que ni siquiera a mi abuela iluminada por San Judas Tadeo se le hubiera ocurrido. Dice así: para que le crezca el pelo rápido nada mejor que quedarse embarazada de un varón. ¡Toma ya! Esto ni siquiera lo soñaron Larry Page y Serguéi Brin cuando crearon Google en 1996. Dios bendiga a internet.

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