Como a todos los de mi generación, educados en gran parte por la tele, me encantan las series. Pero yo veo poca tele. He visto "Isabel" que me parece fabulosa y espero con ansia la continuación sobre Carlos V. Pero me he perdido "Juego de Tronos", "Perdidos", "Los Soprano" y muchas de las últimas series de éxito de las que habla todo el mundo.
Mis últimas referencias algo actuales son "Mad Men" y "El Ala Oeste de la Casa Blanca". "El Ala Oeste" me parece una de las mejores series televisivas de los últimos tiempos. Creo que tiene un guión genial, de quitarse el sombrero, difícilmente superable. "Mad Men" en cambio no me gustó. Quizá porque conozco de primera mano ese mundo, el de las grandes agencias de publicidad americanas de los años sesenta. He leído y estudiado bastante eso. El retrato brutalmente machista del contexto laboral de las agencias que presenta "Mad Men" me resulta falso. El protagonista supuestamente está inspirado en Bill Bernbach, uno de los primeros grandes publicitarios. Pero Bill Bernbach no era nada machista. Él y su mujer, Evelyn Carbone, fueron unos amantes del jazz y formaron una de las parejas más conocidas de Nueva York en esos años, asiduos a conciertos, exposiciones de arte y cosas así. El segundo gran monstruo de la publicidad de esa época fue Paul Rand, director de arte y compañero de Bill durante años. Su mujer, Ann, era arquitecta. Mientras Paul diseñaba la imagen corporativa de gran parte de las empresas gigantes de nuestro tiempo como IBM, UPS, ENRON o Westinghouse, encontraba tiempo también para ilustrar preciosamente los libros infantiles escritos por Ann, su señora. No creo que fuera machista.
Sin embargo hay una serie, llamémosla menor, que me fascina y me tiene completamente enganchado. Es "Castle". Supongo que la conocen. Se emite en la Cuatro. Yo los jueves por la noche me quedo colgado hasta las tres de la mañana viendo cinco capítulos seguidos. Castle es un renombrado escritor de novela negra que trabaja como asesor de un equipo de la policía de Nueva York. El equipo lo componen la inspectora Beckett y dos detectives, Expósito y Kevin. Lo bonito de la serie que también tiene un guión genial es el contraste entre la mente fabulosa y soñadora de Castle y el sentido común de la inspectora Beckett. Por cierto que acaban enamorándose y casándose. Lógico.
Castle vive con su madre y con su hija y suele estar muy preocupado por las amistades de su niña que es una adolescente y empieza a tener novios. En un capítulo su hija le hace la pregunta que da título a este artículo, para la que Castle no encuentra respuesta. Al día siguiente, en medio de la investigación de un caso, Castle le traslada la pregunta a Becket:
– Oye, ¿por qué sabes que estás enamorado?
Y la siempre racional y eficiente inspectora Beckett le responde de inmediato:
– Porque entiendes las canciones.
