Siempre me ha gustado esta frase de Groucho Marx, encaja mucho con mi carácter. Y al hilo de ella seguiré con un tema parecido a los de columnas anteriores.
Antena 3 emitió recientemente un reportaje en "Espejo Público" grabado en el barrio "La cañada de la muerte" de Melilla, un barrio cien por cien musulmán. En el reportaje sale un tipo, barbudo por supuesto y con pinta de no haberse bañado en varios meses (mi cachorro Atticus está mucho más limpio), diciendo cosas como "estamos hasta los cojones de vosotros, los cristianos", o "nos tienen aquí arrinconados a los musulmanes, yo también cogería un camión para cargarme a todo el mundo", y otras perlas parecidas.
Dejando aparte que el tipo es solo un imbécil y no es un asesino, su imbecilidad resulta significativa e incluso puede que hasta instructiva para nosotros. Eso es un musulmán. Uno de verdad. De los que se arrodillan cinco veces al día con la cara hacia La Meca y la cabeza no se sabe hacia dónde. Seguro que tiene tres esposas en casa y quince hijos. Yo conozco a un musulmán, senegalés, que lleva diez años en España reuniendo dinero para... comprarse una segunda mujer. ¡Uau! Y es buena persona el tipo. Pues esos son los musulmanes buenos, los de la religión de paz que al mismo tiempo tienen a su señora, la que compraron, atada en casa. Los que no dejan estudiar a sus niñas. Los que si usted es homosexual, lesbiana, comunista, cristiano, judío o cualquier cosa que no sea musulmán, lo matarían sin dudarlo a pedradas. Les encantan las pedradas.
Los musulmanes son así y el que no lo vea está ciego. Por eso la querencia que tienen algunos por los aviones, camiones o furgonetas que arrollan transeúntes al azar, se parece a matar a la gente a pedradas.
Así que sea lo que sea, si viene de ellos me opongo. Me opongo a sus manifestaciones de tolerancia de los últimos días. Las han hecho porque ya no les quedaba más remedio. No creo que el Islam sea una religión de paz. ¿Que la mayoría no son criminales?, cierto. ¿Que tiene miles de años?, cierto pero el cristianismo tiene más y el hinduísmo ni les cuento. Conclusión: el Islam es una religión intolerante con miles de años de antigüedad.
Hay mil quinientos millones de musulmanes en el mundo, así que el tema es bastante complicado. No tiene fácil solución. Va a costar mucho convencer a todos esos tipos y tipas para que dejen de creer en su maldito dios. Como dice un proverbio americano: "es muy difícil hacer entender algo a alguien cuyo sueldo depende de que no lo entienda", y el sueldo de los musulmanes es su fe. Los asesinos de Barcelona andarán ahora retozando en el paraíso con sus setenta y dos huríes cada uno. Ojalá lo disfruten eternamente.
En definitiva, que sea lo que sea me opongo, Groucho dixit.
