Opinión

¿Son hombres esos tipos?

Como las fotos de los chicos de "La Manada" circulan libremente por internet y ya conocemos todos sus caras por si nos los encontramos por la calle, este artículo no les importará. A ellos quiero decir, y a sus abogados tampoco. Ya están más que retratados.

La semana pasada Wilson Jones escribió un artículo en este periódico titulado "Ella todo lo tiene que demostrar", muy bien escrito como suele ser habitual en Wilson. Lo suscribo todo. Perfecto.

 El asunto me ha dado qué pensar. Quizás es que soy mayor. No sé. Según los últimos estudios del CIS y otras instituciones más o menos de fiar, el veintitantos por ciento de los adolescentes españoles consideran "normal" controlar a su pareja. Por el móvil o por lo que sea. Obviamente se trata siempre de chicos que controlan a chicas y nunca al revés. ¡Ah, eso no!

 Quizás es que soy mayor, repito, quizás es que equivocadamente me eduqué a los quince con mis amigos y amigas leyendo a Kerouac, Allen Ginsberg o Burroughs y pensábamos que éramos hippies, aunque lo fuéramos con diez años de retraso y no hubiéramos nacido en California. Quizás es que a los chicos entonces nos gustaban las chicas independientes que llevaban zapato plano, una camiseta y hablaban por los codos. Quizás es que nos gustaba el amor libre aunque tuviéramos poco de eso. Quizás es que éramos tontos.

 Los muchachotes de "La Manada", ya digo, retratados al igual que sus abogados, ahora se dedican a desprestigiar a la víctima, una estrategia tan agresiva como todo lo suyo. A mí me avergüenzan. ¿Son hombres esos tipos? Creo que no. Creo que nos avergüenzan a todos y sobre todo avergüenzan a sus padres, a los que no he visto asomar la cabeza para decir que sus hijos son unos desgraciados sin escrúpulos, que es lo que son. Qué mala suerte tener hijos así. Claro que quizás no sea culpa de los padres. Quizás yo soy mayor y ya no entiendo nada. También podría ser eso. Ya ni entiendo las películas de Pixar, imagínense ustedes. Los tiempos cambian ¿no? 

 Quizás me quedé colgado en la poesía de los sesenta y en California. ¿Debería dedicarme al surf a mi edad? ¿Debería montar un grupito musical en plan Beach Boys? Aunque pensándolo bien siempre preferí a The Mamas & The Papas, y supongo que eso es una debilidad. Casi me da vergüenza reconocer que me gustan, menuda antigualla, The Mamas & The Papas, ¡qué guapa era la rubia, por dios! 

 O sea, "Todas las hojas son marrones y el cielo está gris / Fui a pasear un día de invierno / Estaba en Los Ángeles / Entré en una iglesia / Me arrodillé e intenté rezar / Pero el predicador era frío / Y yo... solo soñaba con California". 

 Será que es lo que tengo en la cabeza: California. Ni idea de lo que tienen en la cabeza los de "La Manada". Seguramente nada.

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