Opinión

Tocamientos obscenos

El profesor de matemáticas de Palma acusado de abusar de unas cuantas chavalas en sus clases (no sé si les enseñaba la teoría de conjuntos o qué) parece ser les decía a las niñas de quince años "qué mirada más pícara tienes" o "yo veo tetas que me vienen de frente", y otras lindezas. Las matemáticas se ocupan de la lógica, el razonamiento, el cálculo. Y están casi más cerca de la música o de la poesía que de otra cosa. Bertrand Rusell decía que las matemáticas tienen la fría, hermosa y arrebatadora belleza de una escultura. Supongo que es así.

 Yo estudié de chaval con un gran profesor, no diré de qué materia, que le metía mano a las chicas constantemente en clase. Por supuesto algunas, las más independientes y atrevidas, se revolvían y negaban, así que él las dejaba y se dedicaba solo a las más dóciles. Las más dóciles significa las más vulnerables. Bien porque eran de familias más modestas, bien porque eran manejables. Esas cosas son complicadas. Ese profesor del que hablo fue para mi muy buena persona, y siempre se portó genial conmigo. Pero con las chicas no. Les metía mano y punto. Y después de ¿clase? vete a casa con tus papás, nena. ¡Vaya, qué bonito, menudo morro que tenía! No voy a describir en detalle las situaciones pero pueden imaginárselas. El resto de los chicos y chicas de clase nos dábamos cuenta, claro, pero teníamos catorce años y no se nos ocurría protestar. ¿Qué puede hacer un chaval o una chavala de catorce en una situación así?, nada. Aguantarse.

 Abusos parecidos los vi también en los Maristas. No conmigo que era entonces un chaval gordito y feo gracias a Dios y eso me libró de aquellas cosas. Pero sí muy a menudo con internos guapos que precisamente por ser internos no podían volver a casa cada día y llorarle a sus padres o contarles lo que pasaba. A fin de cuentas los internos estaban encerrados. Y no quiero ni pensar lo que les ocurriría por las noches. ¡Uuuh! En fin. Se llama abuso de poder. Alguien que tiene la oportunidad de abusar de alguien en su beneficio por su posición, por su dinero o por lo que sea y lo hace sin escrúpulos. También la esclavitud era así. 

 A ese padre inglés indignado y furioso que atacó el otro día al abusador de sus hijas en pleno juicio lo entendimos todos. Hasta la jueza lo entendió, y por eso declinó tomar ninguna medida contra él a pesar del ataque que perpetró contra aquel desgraciado. No digo yo que ojalá lo hubiera matado, pero si hubiera ocurrido no nos habría parecido mal. Cualquiera de nosotros podría ser ese hombre si las niñas fueran nuestras hijas. ¿O no?

 Todos hemos visto o vivido abusos alguna vez. Pero no diré nombres aquí, los que conocí yo ya habrán fallecido y... ya saben: se dice el "pescado" pero no el "pescador".

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