Opinión

Tomorrow belongs to me

Seguimos con el tema nacionalista. A ver si por fin nos lo quitamos de encima, no creo. Nacionalismo catalán, gallego, español, norteamericano o de Uganda, todos son un asco. Lo dijo Vargas Llosa con palabras más precisas que las mías, pero es lo mismo.

Hace poco un amigo me recordó la escena de "Cabaret" que todos conocemos en la que en la terraza de un bar un muchacho jovencito, rubio, ario, guapo, casi un crío, empieza a cantar "Tomorrow belongs to me", "El mañana me pertenece". Poco a poco se van sumando a la canción, que es muy bonita, casi todos los clientes del bar que se van poniendo en pie cantando, acompañando al chaval y a otros chicos y chicas que también cantan. Al final el plano del chico se abre y vemos la esvástica en su hombro y como levanta el brazo en el saludo nazi: "El mañana me pertenece". 

La escena es fabulosa porque Bob Fosse, el director de la película, era un maestro, así que la canción inicialmente es una maravilla ingenua y esperanzada y el chaval resulta adorable, pero cuando vemos lo que es, un nazi, y cómo concita a su alrededor con una simple canción a tantos nos produce terror. Terror porque sabemos lo que va a venir a continuación. En la escena solo hay una persona que no se levanta para cantar, un anciano con boina que hace un gesto de disgusto o hastío y de "ya me sé esto, no es nuevo para mí, ya lo he vivido".

Los chicos y chicas que vemos en tantas fotos y videos en Cataluña, envueltos en esteladas con la estrella de cinco puntas enfurecidos contra la policía, contra los ¿españoles?, contra la prensa o contra cualquier cosa que se mueva son como ese chico de "Cabaret": guapos, repeinados, ricos, pero "El mañana me pertenece" y para ellos eso es lo único que importa.

La habéis fastidado muchachos. Y cuando digo muchachos me refiero no a esos chavales pseudonazis ni a los que cantan "Els Segadors". Por cierto que en ese noreste español no siega nadie nada, como no sea pasta para llevársela a Andorra. No. Me refiero a Maragall, Pujol, Artur Mas, Puigdemont y a otros que todos sabemos.

Aquí hemos podido oír expresiones como "sacar los tanques a la calle" y otras parecidas cientos de veces, pero siempre en boca de Pablo Iglesias, Junqueras, Ada Colau o Marta Rovira. Nunca en boca de Rajoy, Felipe VI, ni ningún militar que son los que sí tienen tanques. ¿Curioso, no?

Los nacionalismos son profundamente "fachas" por utilizar un término obsoleto pero que coloquialmente entendemos todos. La izquierda no es nacionalista, o es internacionalista o no es nada. Hace poco un primo mío, David Méndez Alonso, fantástico diseñador y artista que vive en Barcelona, publicó en su Facebook una foto de una pintada callejera que explica perfectamente todos los nacionalismos, decía así: "Vuestras banderas están fabricadas todas en China".

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