Opinión

Una de vaqueros

El personal aún no se ha dado cuenta de cual es el verdadero proyecto político de Donald Trump, un proyecto que tiene un calado mucho mayor del que se pueda suponer. Uno histórico. Donald Trump quiere resucitar el sueño americano del lejano oeste, la "frontera" y todo eso. Un sueño cuyas supuestas bondades solo aparecen en el cine, pues la realidad fue bastante más cruda. El sueño de Donald es el Far West pero sin el típico inmigrante perdido por allí, chino, negro o mejicano, que solía aparecer haciendo un papel secundario en aquellas películas antiguas. Por cierto y aunque no viene a cuento en este momento conviene señalar que la madre y los abuelos de Donald eran inmigrantes. Claro que él nació en Queens, un barrio de Nueva York en el que el 97% de sus habitantes son inmigrantes o descendientes de inmigrantes. Pero el mero hecho de haber nacido allí convierte a Donald automáticamente en neoyorquino. ¡Qué lujo! Y es que a él el lujo le va mucho.

El caso es que allá donde va este tipo y da un mitin, hay siempre bofetadas y más que bofetadas. Nueva York, Arizona, Chicago, St. Louis, Carolina del Norte... no hay estado o ciudad en donde aparezca Donald y la gente no se líe a puñetazos en la calle o entre el público asistente. ¿No les parece significativo? Quizá sea por culpa de su pelo. Pero si este payaso multimillonario ganara las elecciones, Dios no lo quiera, y teniendo en cuenta que en los Estados Unidos hay más de 300 millones de armas en manos de civiles (son cálculos del Congreso) es fácil suponer que de los puñetazos enseguida se pasaría a otra cosa.

Yo no quisiera vivir en el lejano oeste, pese a lo que me gusta el cine que retrata esa época. Yo creo que las supuestas buenas personas de su historia, esas personas reales, heroicas y/o entrañables como Wyatt Earp, Doc Hollyday o Butch Cassidy, son en realidad inventos del cine y la literatura y ni siquiera fueron buenos. Para conocer a los dos primeros les recomiendo una de las que a mi juicio es de las mejores películas de la historia del cine: "My Darling Clementine", titulada en España "Pasión de los fuertes". Y para conocer al tercero, por supuesto "Dos hombres y un destino" con esa pareja fabulosa: Paul Newman y Robert Redford, secundados por Katharine Ross. Mucho menos buenos, en el sentido de la palabra "bueno" son los personajes totalmente inventados como Johnny Guitar o Shane, por poner dos ejemplos preciosos. Dos ejemplos preciosos... de pistoleros, eso sí.

En el caso, repito, de que ese señor llegue a la presidencia del país más poderoso del mundo, como en una especie de repetición delirante de "Teléfono rojo, volamos hacia Moscú" ya les puedo adelantar, sin necesidad de darle muchas vueltas en la cabeza, quiénes van a formar la cúpula de su gobierno: los Hermanos Dalton.
 

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