Opinión

Y el pop de Satán

El otro día publiqué un artículo aquí, "El ajedrez de Satán", sobre la ley que prohibe el ajedrez en Arabia Saudí, por considerarlo ciertos imanes una "obra del diablo". Este artículo es continuación de aquel, como las series de tv de nuestra infancia que acababan cada capitulo con un "continuará". 

Aiham Hussein era un chavalito que vivía en Mosul hasta hace unas semanas. Tranquilamente como cualquier chaval de quince años. Hasta el día en que la policía religiosa del Daesh lo pilló escuchando música pop occidental en un discman, mientras atendía a los clientes en la frutería de su padre.

A Aiham lo detuvieron, lo acusaron de escuchar música prohibida y lo decapitaron en público, ante su familia que fue obligada a presenciar la ejecución. No es el único caso. En las últimas semanas se sabe al menos de otros tres adolescentes que fueron ejecutados en Mosul por motivos similares: escuchar música, faltar a la oración del viernes y así. Uno de ellos tenía solo catorce años.
 Los políticamente buenistas y estúpidamente bienintencionados de Occidente insisten en mantener la absurda idea de que el Islam es paz, pues aún no han acabado de entender que todas las religiones son guerra. Una guerra sin cuartel en la que nos han metido a todos sin quererlo, desde hace miles de años.

Los occidentales hemos visto y vivido tantas inquisiciones, persecuciones, torturas y más cosas en nombre de las religiones que deberíamos saberlo ya. Muchacho: el mundo es plano y si no lo admites así te corto la cabeza. A Galileo lo obligaron a abjurar de su visión heliocéntrica del universo y afirmar que la Tierra no giraba alrededor del sol. Cosas como esas han sido durante siglos nuestro pan de cada día, nunca mejor dicho, pan, de lo que nos hemos alimentado. Hoy los musulmanes están en ello empleándose a fondo. Y nosotros deberíamos hacerlo también ya: esta guerra va a ser cultural.

John Lennon dijo una vez, una de sus "boutades", que el rock and roll sobreviviría al cristianismo. No sé si será así. A veces creo que es precisamente la gente religiosa la que no entiende ni su propia religión. No es que me preocupe, pero como he recibido una educación muy católica de crío me da qué pensar. Amáos los unos a los otros, dijo alguien una vez, ese era el trato ¿no? El que no lo haya entendido bien, que levante la mano, please.

Tengo bastantes amigos que son de los Rolling. Pero yo, quizá soy más antiguo, siempre fui de los Beatles, qué le vamos a hacer. Y una de mis canciones favoritas de los chicos de Liverpool es "All together now", "Ahora todos juntos", una canción preciosa para empezar una guerra: "One, two, three, four, can I have a little more, five, six, seven, eight, nine, ten... I love you!"
 En fin. Aunque solo sea en memoria de Aiham Hussein: "Eppur, si muove".
 Y ahora sí, lamentablemente: continuará.

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