Manifestación histórica en A Gudiña reclamando “o dereito a un tren útil”

A juzgar por lo vivido ayer, el sur oriental ourensano, interior y eminentemente rural, parte de esa realidad demográfica que se ha denominado España vaciada, no tiene intención alguna de rendirse ni de “baixar os brazos”. La supresión de frecuencias y trenes, hasta un total de 16, víctimas de un reajuste decretado por Renfe a instancias del Ministerio de Transportes, en vigor desde el pasado 9 de junio, ha encendido la mecha de la movilización en una ciudadanía cansada de perder cada vez más servicios básicos en detrimento de las urbes y los grandes núcleos de población.

Miles de vecinos, acompañados por numerosos representantes políticos provenientes de toda la provincia, pero especialmente de las comarcas más directamente afectadas -A Limia, Conso-Frieiras, Monterrei, Terra de Trives y Valdeorras- colapsaron por la tarde la localidad de A Gudiña y se mostraron dispuestos a “seguir loitando” todo el tiempo que sea necesario con el objetivo común de volver a disponer de un servicio público ferroviario "adaptado ás necesidades da poboación".

A pesar de ser una jornada con alerta amarilla por las alturas temperaturas, de la fecha, un sábado de principios de agosto, y del incendio forestal que afectaba a la vecina Vilardevós, la adhesión social e institucional a la manifestación convocada por la plataforma vecinal Dereito ao Tren fue todo un éxito. Desde la organización la tildaron de “histórica”, y cifran en más de “7.000 personas” los asistentes, si bien fuentes consultadas rebajan el número a en torno a 4.000. En todo caso, una gran aceptación que rebasó con creces las expectativas más optimistas de los miembros de la plataforma.

Marcha simbólica y masiva

El trajín por la tarde en A Gudiña, la pequeña localidad que se ha erigido en protagonista accidental de una reivindicación que trasciende las fronteras ourensanas, con una nutrida presencia de miembros de la plataforma zamorana Viajeros Jodidos Sanabria AV, fue incesante. Si bien la marcha estaba prevista para las 18,30 horas, el tráfico de autobuses fletados por los concellos y de coches particulares llenó con antelación accesos y aparcamientos.

El recorrido tuvo un gran componente simbólico, pues unió la antigua estación de tren con la estación del AVE A Gudiña-Porta de Galicia. Desde la cabecera se fueron lanzando distintos cánticos, como “Non aos recortes, si ao transporte”, “O tren pasa, o tren para” o “O tren é noso, non dos poderosos”. Las proclamas estuvieron aderezadas por el sonido de los bombos, y también hubo pancartas con alusiones al ministro de Transportes, Óscar Puente, y al alcalde de Vigo, Abel Caballero. Pese a que no estaba previsto, la marea humana acabó atravesando la estación, al grito colectivo de “Viva o rural!”

A continuación, el presidente de la plataforma, Rubén Riós, tomó la palabra en el escenario preparado para la ocasión. El actor hizo un alegato en defensa del “rural vivo e resistente” de Ourense, y rechazó ser “perdedores por decisións tomadas en despachos con cartos públicos”. Además, leyó el manifiesto de la plataforma, que pidió el restablecimiento “inmediato” de los horarios para disponer de un “tren útil, non dunha estación de paso”, que permita acudir a “consultas médicas, empregos, xestións administrativas e conciliacións, e garanta o dereito á mobilidade”.

Gran presencia política

Los políticos enarbolaron una pancarta común, con el presidente de la Diputación, Luis Menor, y el alcalde de A Gudiña, a la cabeza. No faltaron senadores, ni diputados provinciales, autonómicos y nacionales de PP, PSOE y BNG. Por los populares se pronunció al término de la manifestación el presidente del Parlamento de Galicia, el ourensano Miguel Santalices, que lanzó un aviso: “A recuperación das frecuencias da Gudiña é importante, pero a preocupación é maior se se está a plantexar a supresión de máis frecuencias en outono, que incluso poderían afectar a salidas dende a cidade de Ourense”.

Los socialistas acudieron liderados por la secretaria de organización del PSdeG, Lara Méndez, junto al flamante secretario provincial, Álvaro Vila. Por los nacionalistas acudieron entre otros la senadora Carmen da Silva y el portavoz en el Concello de Ourense, Luís Seara.

Una reclamación con un consenso vecinal, político y asociativo total

El clamor a favor de la restitución de los trenes suprimidos en la estación del AVE de A Gudiña ha concitado una unión de la sociedad con pocos precedentes en la provincia. Desde que se conoció la noticia de la eliminación, las adhesiones institucionales fueron continuas, lo que dio paso a una movilización ciudadana que no se hizo esperar.

La primera manifestación, el pasado 7 de junio, fue el germen de la plataforma vecinal Dereito ao Tren. Su presidente, el actor Rubén Riós, recalca que “todos os que a conforman levan traballando moi duro para recuperar o que é noso, un tren útil”. A su juicio, una de las claves de su capacidad de movilización ha sido “non politizar a plataforma nin atacar a ninguén, fixémolo todo con estilo e con respecto”.

Pese al éxito de una manifestación que tilda como “histórica”, llama a no relajarse: “Non acadaremos nada ata que non nos devolvan os trens”. Y tras el cortometraje, avanza una “noticia bomba” para mediados de agosto relacionada con la lucha de la plataforma.

Además, alcaldes y representantes de distintos signos y comarcas coinciden en señalar un nuevo “agravio” para el rural, y ponen el acento en continuar apoyando cuantas reivindicaciones sean necesarias. El alcalde de A Gudiña, Néstor Ogando, sostiene que la única opción es “seguir loitando ata o final”, si bien añade que “temos fe de que en setembro algo se mova”. El regidor de A Mezquita, Rafael Pérez, sostiene que el rural “non só debería ter os memos dereitos cas cidades, teríamos que ser discriminado positivamente”.

En la comarca limítrofe de Monterrei, la alcaldesa de O Riós, Eva Barrio, abunda en que la única forma de abordar este problema es “sen cores políticas nin mensaxes partidistas, facendo forza todos xuntos coma onte”. En Valdeorras, el previsible nuevo mandatario barquense, Aurentino Alonso, insiste en que “los pueblos del rural no pueden quedar aislados”.

Tras dos meses desde la supresión, las consecuencias de la falta de trenes se dejan notar. Begoña Macías, vicepresidenta de la plataforma y vecina de O Bolo, asegura que hay familias que padecen “a dificultade para ir a Madrid a atenderse de enfermidades, e estase incrementando a soidade dos maiores”.