Galería | Así vivió Xinzo el Domingo Oleiro
Ayer, aproximadamente 400 olas danzaron por los cielos durante la tarde. Los vecinos se entregaron con entusiasmo a esta ancestral práctica de lanzarse las olas mutuamente, observando cómo estas se despedazaban al impactar contra el suelo o incluso en pleno vuelo al cruzarse.
El domingo, los más jóvenes inauguraron este magnífico espectáculo, llevando consigo en la sangre el apasionado espíritu que los adultos les infunden durante el Entroido, asegurando así la continuidad de esta tradición a lo largo de las generaciones. Equipados con ollas adaptadas a su tamaño, los niños se unieron a la celebración, a la que se sumaron cientos de visitantes en una jornada soleada y con temperaturas inusualmente altas para esta época del año.
Fotos: Xesús Fariñas
