PROPUESTAS INTERNACIONALES
Allariz selecciona los mejores jardines para su edición más libre
LA NUEVA OURENSANÍA
Silencioso pero bromista se presenta Monier Tahayti originario de Chauen, conocido pueblo marroquí famoso por su afluencia turística y el encanto de sus gentes. “No está, se fue de vacaciones”, contestó serio al preguntar por él en la barra del Bella Vista, en la Nacional 525, en Allariz, a las afueras.
Llegó a la provincia en 2016 tras una estancia de seis años en Bruselas. Allá fue solo, dejando mujer, hijos y madre en el país africano, mientras él se ganaba la vida. Su historia es la de un diligente trabajador que no descansa ni los días de fiesta, para nosotros los domingos, y en su caso, los viernes. Se reconoce musulmán que no come marrano, reza cuando y donde puede, pero no está la vida para respetar el carácter sagrado de las jornadas libres. “Mi familia vuela para pasar el verano en Marruecos y yo voy a buscarlos a los dos meses”, comenta. Atraviesa con su coche la península, el estrecho de Gibraltar en ferry, y la distancia desde la costa que lo separa de su pueblo.
Le ha ido bien a Monier, regenta el restaurante de carretera donde nos encontramos, viajó a Estambul a arreglarse la sonrisa, y a ponerse un poco de pelo. “Me costó todo, incluido hotel, viaje, estancia y la clínica unos cinco mil euros”, comenta satisfecho de su gestión. Nos enseña el antes y el después y nos da a entender que caprichos los justos y mirando bien la moneda. Aquí por lo visto piden más del doble, que nos escriban por privado los interesados en tal pack de clínica y turismo, porque tenemos ese dato estrella.
Le preguntamos por su adaptación aquí, se siente contento entre nuestras gentes, sólo tiene una queja. “Los derechos de los empresarios, porque nos machacan entre impuestos, cánones y también por cómo nos la pueden jugar los empleados”, sostiene. Opina Monier que así no hay negocio que resista, algún rifirrafe ha tenido que le ha costado una inspección de la que salió airosa, pues declara que nada tiene que esconder, “lo tengo todo en regla”, comenta.
Recaló en Allariz tras un viaje desde Bruselas de vacaciones al sur de España, donde vivía un hermano. “Jaén, Sevilla... y de repente A Coruña”, comenta. Cogieron carretera en esta dirección por curiosidad, sin más, y quiso la fortuna que parasen a comer en el lugar que hoy regenta. “Volví a Bélgica y mantuve contacto con un hostelero de Ourense capital que me acabó ofreciendo la posibilidad de venir con casa y empleo”, relata. Estuvo seis meses con él hasta que se hizo con el lugar que ahora le da de comer y sobre el cual reside con su familia al completo.
Habla francés, árabe, dariya, castellano y gallego. Si le preguntas por un proverbio de su tierra dice un “métete en tus asuntos” en dialecto marroquí, que cualquiera entiende. Sirve menús de mediodía, y tiene carta en fin de semana, se debe comer bien pues la gente entra y reserva. Estos ojitos vieron a más de uno informar sobre el número de comensales para reservar mesa.
Pertenece a un linaje de emigrantes que trabajan por España y Europa, y tiene a su madre en su país, con pocos visos de salir de su tierra. Tres niños que van al cole, instituto y guardería, y una mujer que de vez en cuando le ayuda en la cocina. “Ella también es autónoma”, puntualiza, recalca Monier que con la legalidad no quiere problemas.
Nos anima a acompañarle mientras sigue trabajando, una cosa muy árabe lo de ser hospitalario a la par que se brega. Tenemos que marchar pero solo no le dejamos, desde las diez está el local que echa humo con los cafés de operarios, transportistas, oriundos jubilados y algún curioso de gasolinera.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
PROPUESTAS INTERNACIONALES
Allariz selecciona los mejores jardines para su edición más libre
MÁS DE UN MILLÓN
La Xunta se implica con el patrimonio de Allariz
LISTA COMPLETA POR DÍAS
Programa de Navidad 2025/26 en Allariz: actividades, conciertos y desfiles en diciembre y enero
Lo último
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
UNA VIDA DE COLECCIÓN (VIII)
Cuando lo importante es tirar y bailar bien
Sergio Otamendi
CRÓNICA INTERNACIONAL
Dos éxitos o dos fracasos