Incertidumbre en el sector de la patata al reducirse las ventas
Ecoagro
Las nuevas restricciones bloquean la salida de tubérculo de los almacenes y por venta directa
El sector agrícola de A Limia atraviesa otro periodo de incertidumbre similar al vivido el pasado mes de abril -por aquel entonces, cuando se vivió el confinamiento total, los productores tuvieron que unirse para poder sacar todo el excedente de la campaña de 2019-, a causa de las restricciones impuestas por Gobierno central y autonómico para frenar la pandemia del covid. Con 105 millones de kilos de patata recogidos en la presente campaña -la cual finalizó a comienzos de este mes de noviembre-, dar salida a todo ese producto no parece tarea fácil cuando bares, restauración y fronteras -especialmente la portuguesa- permanecen cerrados.
Una de las fortalezas del tubérculo limiano es su capacidad de conservación, por lo que existe, en estos momentos, cierto margen de maniobra. Sin embargo, los almacenistas ya acusan una bajada en las peticiones de sus clientes. "Por ponerte un ejemplo, hace un año, un cliente -de destino- me gastaba un camión de patatas por semana, unas 25 toneladas. Ahora mismo ese mismo cliente está a un cuarto. Estamos a un cuarto de las ventas normales, es el mejor ejemplo que te puedo dar", lamenta Francisco Paz, de almacenes Patatas Paz. "Están disminuyendo las ventas, ahí es donde está el problema", añade. Los mencionados clientes son los que redistribuyen las patatas, principalmente, a restauración -en el caso de Patatas Paz-. "Es nuestro principal mercado. Ya tenemos ahí ese primer bloqueo. De poco vale ahora que tengamos muchas patatas si no tenemos a quien vendérselas", asegura el almacenista limiano.
Pese a todo, la situación en A Limia no es tan preocupante como la que se vivió entre los pasados meses de abril y mayo, cuando el confinamiento total obligó al sector a reinventarse con la venta online, y a donar otra gran parte del excedente. Los almacenes de A Limia que no se dedican al canal horeca -hoteles, restaurantes y cafeterías- no están padeciendo esta pequeña crisis. Es el caso de Gloria Fernández, de Gallega de Patatas. "Yo no tengo problema, ya no lo tuve al inicio de la pandemia, al revés, en aquel momento incrementé las ventas", reconoce. "Yo trabajo para la gran distribución, áreas comerciales. El problema radica ahora en la restauración y patatas fritas", añade.
Patatas salen, pero no al ritmo esperado
El presidente de los productores de patata, Amador Díaz -a su vez productor y almacenista en Patatas Ama- admite cierta incertidumbre en el sector de la patata: "Claro que se está frenando la salida de la patata, y tanto. El almacenista a lo mejor no compra, o compra lo justo". Sin embargo, el punto positivo en estos momentos radica en la naturaleza de la patata limiana. "Aquí tenemos la suerte de que podemos almacenar las patatas y éstas tienen buena conservación", explica el portavoz de los productores limianos. "Recogimos las patatas, y las que no estaban para contrato están almacenadas. Van saliendo por los canales habituales de venta, pero a lo mejor no al ritmo que esperas", añade. Ahora mismo, el sector -como muchos otros afectados directa o indirectamente por las medidas impuestas para contener el covid- se mantiene a la expectativa: "Tenemos la mirada puesta en las restricciones, a ver qué pasa con eso y cómo evolucionan. En Galicia no todo está cerrado o confinado, pero tendremos que esperar las decisiones de la Xunta y del Gobierno central", relata Amador. "Este año tuvimos también menos producción y dependemos de lo que pase en el resto de Europa. Este es un mercado condicionado".
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
LOS TITULARES DE HOY
La portada de La Región de este sábado, 27 de diciembre
ORÁCULO DAS BURGAS
Horóscopo del día: sábado, 27 de diciembre
GRUPO TELEFÓNICA
Telefónica mantiene su huida de territorio latinoamericano
RENOVACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS
La Xunta licita la última fase de la autovía Nadela-Sarria, con obras previstas para el segundo semestre de 2026