La sequía del verano impulsó la municipalización del agua

La sequía estival, los cada vez mayores requerimientos sanitarios y para el control de la calidad del agua y el consumo poco racional de este recurso que censuran en algunos concellos de la provincia parecen estar detrás de las últimas peticiones de vecinos y comunidades de montes para solicitar su municipalización. Se han dado casos en las últimas semanas en los concellos de Xinzo, Allariz, Monterrei o Riós, y desde los entes locales deben inspeccionar el estado de los distintos sistemas y su puesta a punto antes de asumir, previo tratamiento en pleno, la pertinente gestión.

Lo anterior lo explica el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, quien puntualiza que no se trata de un trámite automático, sino que hay que dar una serie de pasos previos. En Infesta, que dispone de su propio pozo y captaciones, la nueva junta directiva de la comunidad de montes, tras convocar una asamblea, ha pedido que el Concello sea quien administre el agua. La sequía aceleró la decisión, pero la necesidad de garantizar y cumplir con los requisitos que marca Sanidad y que los pueblos, añade el regidor, “no pueden afrontar ni económica ni técnicamente”, también ha pesado. En Infesta han tenido que asumir hasta el momento todo ese control, así como costear, entre otras cuestiones, la construcción de pozos de barrena. “Acordaremos en el pleno, previsiblemente en diciembre, dicha gestión, pero con una serie de condiciones. Hay que comprobar cuál es el estado de la red, porque si está muy deteriorada ellos tendrán que asumir parte o la totalidad de la puesta a punto”, precisa Suárez. “Se trata de que el servicio pase al Concello en las condiciones óptimas”, añade.

En Xinzo Elvira Lama explica que a la situación de sequía vivida se suma también la preocupación general por el estado de los pozos, además de que algunos particulares se secan. Fiestras es uno de los núcleos en donde se ha solicitado el enganche a la red pública. En Allariz son tres las localidades que han pedido la cesión: Amiadoso, San Miguel de Torneiros y Forma. “Foron os veciños os que se puxeron en contacto con nós e con Espina e Delfín estamos vendo como xestionalo”, asegura Bernardo Varela, teniente alcalde. Por último, en Ribadavia, A Groba y As Chabolas también estarían interesadas.

CRÍTICAS AL MAL USO QUE SE HACE DEL AGUA

En algunos concellos de la provincia no ocultan su disconformidad con el uso que se hace del agua, en general, y de algunos pueblos que no disponen de contadores, en particular. Precisamente, el teniente alcalde de Allariz, Bernardo Varela, opina que esa falta lleva en algunos casos “a un mal uso da auga” y, por este motivo, el edil alaricano presentó una enmienda en un pleno celebrado en la Diputación para controlar el consumo y el uso del agua en el caso de las taídas vecinales. “Ás veces é un problema de falta de auga, pero outras trátase dun uso indebido”, manifiesta Varela. En esta línea, la alcaldesa de Riós, Eva Barrio, afirma que en Covelas los vecinos pidieron la municipalización por el descontento generalizado ante el uso que se estaba haciendo del recurso. “Meteron por rexistro a solicitude e, ao longo desta tempada, pois tramitarémola”, subraya Barrio. En la mayoría de los pueblos consultados el agua sigue gestionándose por parte de los propios vecinos. En el caso concreto de Riós, por ejemplo, hay tan solo seis núcleos con el servicio municipalizado de los 35 pueblos que existen en todo el concello. En Ribadavia se colaboró este año con la de Camporredondo, pero no hubo consenso entre los vecinos para ceder la gestión del agua.