Tres brigadas han tomado este mes la pista forestal que lleva a la Mina das Sombras, en Lobios, la zona cero del gran incendio que el pasado mes de septiembre arrasó más de 2.000 hectáreas del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. Su objetivo es llenar de barreras naturales estos valles entre los ríos Caldo y Vilameá para evitar que las cenizas lleguen a los cauces fluviales y acaben contaminando las masas de agua, multiplicando el ya de por sí grave daño medioambiental.
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha impulsado la actuación que, presupuestada en 125.000 euros, permitirá crear durante tres meses cerca de 1.000 puntos de retención de aguas, "uns 4,5 quilómetros lineais de franxas vexetais, de muros de pedra que teñen como obxectivo deter a erosión, frear o avance das augas, evitar que a cinza baixe aos cauces principais e empeore a calidade das masas de auga,... en definitiva a degradación en xeral desta paisaxe tan fermosa e importante da provincia", dijo el presidente del organismo de cuenca, José Antonio Quiroga, que en su visita a Lobios estuvo acompañado del subdelegado del gobierno Emilio González y la alcaldesa de la localidad, Mari Carmen Yáñez.
Las tareas de emergencia, que inicialmente se han desarrollado en la ladera más próxima a la pista de las Sombras pero que ahora se complementarán en riachuelos, vaguadas y torrentes, han consistido en la creación de estructuras utilizando piedras, ramas y árboles calcinados rescatados del propio territorio. Tras dos semanas de trabajo, y varias jornadas con lluvias torrenciales que han puesto a prueba el sistema, "los resultados se están viendo", destacaba González mientras comprobaba la acumulación de ceniza en una de las estructuras, a la vez que hacía un llamamiento a todas las administraciones "para que se haga un esfuerzo en términos económicos para recuperar y potenciar esta riqueza medioambiental", dijo haciendo énfasis en el atractivo turístico, pero también económico que tiene el Parque do Xurés en la provincia.
Método “mulching"
La llamada a la colaboración entre instituciones la secundaban también los técnicos, quienes consideran imprescindible complementar las labores de restauración hidrológico-forestales, con el objetivo de fomentar la regeneración del suelo y también evitar que los arrastres afecten a captaciones de agua, al taponamiento de los ríos y mismo al incremento de inundaciones. En este sentido, la alcaldesa "popular" de Lobios, Mari Carmen Yáñez, confirmaba la visita de técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, que están trabajando en coordinación con la Consellería do Medio Rural, en la recuperación de la cubierta vegetal a través del método "mulching" y "helimulching", este último lanzando la paja desde un helicóptero en las zonas de más pendiente. "Os datos que teño é que se farán 120 hectáreas para intentar que o substrato do terreo non se erosione. Optimizando os recursos, o impacto será menor e poderemos centrarnos na recuperación da situación anterior, que veremos a medio-longo prazo", dijo Yáñez.
Desde Medio Rural confirmaban en las próximas semanas se llevarán a cabo actuaciones en Cualedro, Lobios, Manzaneda, Verín, Vilar de Barrio y Vilariño de Conso para reducir la erosión y la escorrentía como consecuencia de los grandes incendios, pero también tareas de conservación de las redes de drenaje, viarias y de los cauces de los ríos para favorecer la regeneración natural de la vegetación.
