No es obligación de los ciudadanos agradecer al Concello 'las cosas que hace bien', eso es su deber, porque para ello han sido votados y han compuesto en su día el gobierno de la ciudad.
Pero sí es conveniente no ser mudos y criticar con firmeza la labor municipal, mal o deficientemente hecha, entre otras cosas porque el importe de la 'gestión y actuaciones', así como sus propios sueldos salen de los impuestos que todos pagamos. Se han cambiado, o se están cambiando, los contenedores de basura de la vía pública por otros de mayor capacidad y más racionales, para adecuar el servicio de recogida a los tiempos en que vivimos. Hasta aquí todo normal, sin profundizar demasiado en el funcionamiento de apertura de las tapas que deja mucho que desear, no resultando demasiado cómodo especialmente a personas mayores.
Pero es que además, y siendo buena la pretensión de la separación para posterior clasificación de los residuos reciclables, etcétera, resulta inconcreto que los contenedores con distintas tapas de colores -gris, azul, verde, amarillo- sea la única diferenciación para verter los diversos tipos de desechos. Se entiende que así debiera de ser, pero nuestra cultura de aprovechamiento, separación, reciclado, etcétera, de desperdicios, aún no está preparada para ello. Y si creen que exagero en mi exposición, señores del Concello, les invito a realizar una encuesta: Pregunten por las calles de nuestra ciudad a los ourensanos el significado de los colores de los susodichos contenedores, y ya veremos cuántos contestan correctamente el tipo de basura a verter en cada uno de ellos. ¿No hubiera sido más correcto (de la misma manera que se les ha impreso el emblema del Concello y todo el mundo lo ve), colocarles también una pegatina sobre la tapa, indicando en cada diferente color el tipo de basura a alojar dentro? Así nos acostumbraríamos a asociar el color con el 'lixo', y dentro de unos meses estaríamos familiarizados y los utilizaríamos correctamente.
Ustedes han dado por supuesto que la gente eso ya lo sabe, y no es así. Entonces... ¿para qué sirven los colorines, si depositamos las bolsas en el que nos parece sin ningún 'sentido cívico' para posterior clasificación y tratamiento?
Señores políticos, les ha faltado el olfato de previsión, se han gastado 'una pasta' en modernizar el sistema, que buena falta hacía,pero el objetivo final de la'actuación' es sólo teórico y poco práctico.
Pero es que además, y siendo buena la pretensión de la separación para posterior clasificación de los residuos reciclables, etcétera, resulta inconcreto que los contenedores con distintas tapas de colores -gris, azul, verde, amarillo- sea la única diferenciación para verter los diversos tipos de desechos. Se entiende que así debiera de ser, pero nuestra cultura de aprovechamiento, separación, reciclado, etcétera, de desperdicios, aún no está preparada para ello. Y si creen que exagero en mi exposición, señores del Concello, les invito a realizar una encuesta: Pregunten por las calles de nuestra ciudad a los ourensanos el significado de los colores de los susodichos contenedores, y ya veremos cuántos contestan correctamente el tipo de basura a verter en cada uno de ellos. ¿No hubiera sido más correcto (de la misma manera que se les ha impreso el emblema del Concello y todo el mundo lo ve), colocarles también una pegatina sobre la tapa, indicando en cada diferente color el tipo de basura a alojar dentro? Así nos acostumbraríamos a asociar el color con el 'lixo', y dentro de unos meses estaríamos familiarizados y los utilizaríamos correctamente.
Ustedes han dado por supuesto que la gente eso ya lo sabe, y no es así. Entonces... ¿para qué sirven los colorines, si depositamos las bolsas en el que nos parece sin ningún 'sentido cívico' para posterior clasificación y tratamiento?
Señores políticos, les ha faltado el olfato de previsión, se han gastado 'una pasta' en modernizar el sistema, que buena falta hacía,pero el objetivo final de la'actuación' es sólo teórico y poco práctico.
