Albos recupera su ramo de San Amaro

Sin tiempo para reponerse de las celebraciones navideñas, en Albos (Verea), los vecinos se han lanzado a recuperar la tradición del ramo de San Amaro (o San Mauro). Una fiesta que conmemoraron ayer con música tradicional y una rosca de pan sosa

Vecinos de Albos, en Verea, vivieron con emoción la festividad de San Amaro -también llamado de San Mauro- este domingo en la iglesia parroquial. Después de medio siglo desaparecido, los lugareños han recuperado la tradición del ramo que, hasta mediados del siglo pasado, portaban los matrimonios de la parroquia encargados de organizar la fiesta del 15 de enero. “Eu recordo o ramo dende nena, é unha tradición dos matrimonios que xa vén dende tempos da miña bisavoa”, recuerda Teresa Dantas de 72 años, para quien la recuperación de esta tradición es una manera de recordar y homenajar a los seres queridos que ya no están. 

La iniciativa partió de los “rapaces” de 40 y 50 años de la parroquia y, tras encontrar una fotografía de los años 70 del siglo pasado, un grupo de vecinos se puso manos a la obra la semana de Reyes. “Foron tres tardes, unhas horiñas”, comentaban las encargadas de engalanar el ramo, una estructura de madera de más de dos metros de alto, con cintas blancas de papel, collares y 66 bolas.  “Quedou moi guapo, aínda que é algo distinto ao de antes. A nosa maneira, todo de branco e as bólas tamén en gris e roxo. Antes eran de todos os colores, e as bólas tamén”, recordaban esta semana, reunidos al calor del local social, mirando las fotografías antiguas donde también aparece una rosca de pan soso, que antaño se repartían entre los familiares del matrimonio que tenía la fiesta, y que encargaron para el domingo a una panadería de la zona.

Vecinos de Albos posan con el ramo de San Amaro, recuperado después de 46 años.

Fotos Martiño Pinal
Vecinos de Albos posan con el ramo de San Amaro, recuperado después de 46 años. Fotos Martiño Pinal

Los vecinos resaltan que se trata de una tradición “dos matrimonios” que, a modo de mayordomo, tenían que encargarse de organizar la fiesta al santo. Teresa Noguerol fue una de las últimas de portar el ramo, hace ya 46 años. “Segundo íasche casando, ían pasando o ramo. Daquelas había moitos matrimonios. Eu o tiven por un primo que estaba fóra. Foi o último ano”, recuerda la protagonista de una de las últimas fotos del ramo, en blanco y negro.  

A su lado, Higinio Salgado rememoraba con detalle los rituales que seguían en las casas para tener la fiesta. “Eran outros tempos, había moita escaseza. Non había nin luz nin auga na casa”, comentaba Salgado, quien siendo niño fue testigo de cuando le tocó el ramo a sus padres.

La emigración y la falta de “xuventude” hizo que la tradición del ramo quedase en el olvido, aunque no el hecho de tenerle alguna “festiña”. “Eu estiven fóra, na emigración, pero cando volvín no ano 2000, díxenlle a meu home que tiñamos que terlle unha festiña ao santo”, confesaba Teresa Dantas, quien recuerda como si fuera hoy aquel 15 de enero, “nevou tanto que quedamos sen música, porque os coches non podían pasar”. Este año hubo misa, música tradicional y unos aperitivos en el local social antes de una celebración más íntima en los hogares de Albos.

Vecinos de Albos posan con el ramo de San Amaro, recuperado después de 46 años. Fotos Martiño Pinal

Fotos Martiño Pinal
Vecinos de Albos posan con el ramo de San Amaro, recuperado después de 46 años. Fotos Martiño Pinal Fotos Martiño Pinal

Te puede interesar