Identificados los restos de dos asturianos fusilados en 1939 en Celanova

Los expertos pudieron confirmar, como se sospechaba, que los restos hallados en la fosa de Celanova (Ourense) se corresponden con dos jóvenes asturianos fusilados en 1939

“Los hemos encontrado y la historia es cierta”. Así resumía Fernando Serrulla, antropólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia, el proceso de exhumación de la fosa de Celanova que en los últimos nueve meses se ha llevado a cabo en el camposanto de San Verísimo y que ha permitido identificar a dos de los siete asturianos fusilados en septiembre de 1939.

¿Quiénes son?

Se trata de Marcelino Fernández García y Abelardo Suárez del Busto, las dos únicas personas a quienes buscaban sus familias y que, tras un arduo proceso de investigación e identificación, las muestras de ADN comparadas con sus familias (Josefa, hija de Marcelino y Graciela, nieta de Abelardo), “obtienen unha compatibilidade de 99,9%”, desveló Ana Mosquera, investigadora del Laboratorio de Genética del Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro de la USC.

En una presentación celebrada en el Liceo ourensano, el equipo multidisciplinar de historiadores, arqueólogos, forenses y genetistas daba a conocer las conclusiones llevadas a cabo dentro del Plan de Memoria Democrática 2022. “Os resultados foron positivos, foi un éxito”, dijo Mario César Vila, arqueólogo responsable de Tempos Arqueólogos que ejecutó la excavación basada en los datos históricos corroborados por la responsable de la documentación de la fosa e historiadora del Grupo Histagra Conchi López, y que permitió exhumar los cuerpos de los que se han identificado dos. “Desafortunadamente en este caso vamos a tener cinco familias sin localizar”, matizaba Serrulla, si bien comentó que hay un periodista asturiano tras la pista de la familia de Baldomero Vigil Vallejo, al tratarse de un apellido “peculiar” en la región.

Los otros asesinados fueron Guillermo de Diego Álvarez, Alfonso Moreno Gayo, Belarmino Álvarez García y Mariano Blanco González. En este punto, los presentes resaltaron la importancia de difundir la información y de hablar sobre un proceso de la historia reciente del país. “No se trata de reabrir heridas, sino de cerrar heridas”, incidió pensando en el descanso que sentirán estas dos familias al recibir el cuerpo de sus seres queridos. Algo que podría ocurrir a finales de mayo y coincidiendo con la presentación de un libro que recogerá todo este proceso.

Los restos no identificados volverán al camposanto celanovés con el deseo de los presentes de que se cree un monumento o lugar de memoria, cuya declaración ya ha solicitado el Comité de Memoria Histórica da Comarca de Celanova. 

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