La casa de Saramago en Lanzarote es un patrimonio tangible de su memoria

Detalle de una escultura en la biblioteca de la casa en Lanzarote, del Nobel de Literatura de 1998, José Saramago
La apertura de la casa en Lanzarote del Nobel de Literatura de 1998, José Saramago, supone una gran contribución al patrimonio cultural universal que mantendrá viva la memoria del escritor a través de un patrimonio tangible, según su biógrafo, Fernando Gómez Aguilera.
Gómez Aguilera, autor entre otras obras de 'José Saramago. La consistencia de los sueños', destacó que la apertura al público de la casa del escritor portugués 'pone en valor un legado físico, que es la casa, pero también un legado de huellas de vida (el del ámbito doméstico) del escritor'.

En declaraciones a Efe, afirmó que, en su casa de Lanzarote, Saramago 'imaginó y escribió grandes libros' y se proyectó 'como una de las grandes conciencias del mundo'.

Para Gómez Aguilera, 'en su casa y su biblioteca de Lanzarote se conserva el rastro íntimo y personal más importante, más directo y más próximo de la vida de Saramago'.

Gómez Aguilera destacó que con la apertura de este espacio 'se crea un nuevo polo cultural que va a contribuir a cualificar la oferta cultural de la isla'.

Consideró asimismo que la apertura de la casa de Saramago es un extraordinario regalo debido a la generosidad de la presidenta de la Fundación José Saramago y compañera del escritor, Pilar del Río.

El escritor se instaló en la isla de los volcanes en 1993 tras abandonar Portugal por la censura impuesta a su libro 'El Evangelio según Jesucristo'.

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