ENTREVISTA

Pilar Eyre: "Ser finalista del Premio Planeta fue una gran decepción, creía que iba a ganar"

La escritora asegura que iba a ganar el premio literario con su obra "Mi color favorito es verte"

Para la escritora Pilar Eyre ser finalista el pasado año del Premio Planeta fue "una gran decepción" ya que, asegura, estaba "convencidísima" de que iba a ganar con su obra "Mi color favorito es verte", un argumento que recupera en su nueva novela, continuación de la anterior, en la que vuelve a "desnudarse".

"Nomeolvides" es el título de este nuevo libro, editado por Planeta, en el que Eyre relata el desenlace de su historia sentimental con Sébastien, un corresponsal de guerra francés, relación que contó en "Mi color favorito es verte".

"No pensaba en una segunda parte pero todo el mundo me preguntaba qué había pasado con Sébastien y comencé a escribir esta historia, que es real", asegura Pilar Eyre (Barcelona, 1951) en una entrevista.

Por eso, y pese a declarar públicamente tras la ceremonia en la que se desvelaron los galardones que ser finalista del Premio Planeta de Novela era el momento cumbre de su carrera, la escritora y periodista confiesa que fue "uno de los más amargos" de su vida, "porque creo que me merecía el primer premio y porque tenía que ganarlo por narices".

Y es que alzarse con el premio era para la escritora "una prueba de amor" con la que quería atraer al corresponsal de guerra gracias al eco mediático del galardón, recuerda Eyre.

Una repercusión que, confiesa, consiguió igualmente al desvelar que se trataba de su historia y que su amado era también una persona real.

Pero durante la gira de promoción de los ganadores del Premio Planeta, a Eyre todo se le volvió en contra, y un acontecimiento que descubre en la nueva novela amenazó con arrebatarle el galardón.

La autora relata cómo tuvo que plantearse la disyuntiva entre llevar una vida feliz desde el punto de vista amoroso y poner en entredicho toda su carrera profesional.

El precio que había que pagar "es la soledad", sostiene Eyre, todavía sorprendida por el "ejercicio de exhibicionismo" que ha hecho en estas novelas y que "no sabía que tenía".

Escribir estas experiencias, aunque sea con humor, le han hecho revivir los buenos y los malos momentos que ha pasado, algo que "era como echar limón a una herida abierta cada vez que me acercaba al ordenador".

Pilar Eyre habla de soledad, amores contrariados, éxito y fracaso en un lenguaje, dice, "muy trabajado aunque parezca fácil, porque escribir fácil es lo más difícil".

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