El seis veces ganador de la San Martiño afronta la edición de 2022 de una manera bien diferente, por primera vez no peleará la victoria. Alejandro Fernández subraya que “no, no tengo ninguna posibilidad, es imposible. Llego a la carrera en un estado de forma que no te da para aspirar al triunfo”.
“Otro año más en la popular, mi carrera favorita, de las que más me gusta correr. Un año más viejo, cada vez cuesta más”, relata el ourensano, que echa la vista atrás para asegurar que “los últimos meses han sido un pequeño desastre, en junio sufrí una tendinopatía en el Aquiles y no empecé a entrenar con cierta normalidad hasta hace apenas dos semanas. De hecho, lo normal era no correr. Pero es mi ciudad, la carrera a la que más cariño tengo. Además que considero un buen ejemplo para los más jóvenes que me vean estar en la línea de salida aunque vaya a estar lejos de los puestos de privilegio, en el deporte hay que estar a las maduras pero también a las duras”.
Suena raro, Alejandro Fernández no estará entre los mejores. “Es la realidad y toca asumirla. Hay otras cosas, disfrutar de la carrera, esforzarse, ver como responde el tendón en la competición. Los meses de junio, julio, agosto, septiembre y octubre no entrené, noviembre voy mejor pero con esta preparación no tienes opciones”.
Seis victorias desde la primera en el año 2012. Ya que no va a ganar usted ¿quién le gustaría que lo hiciera? “Ninguno en especial, hay muchos atletas que pueden conquistar el triunfo, atletas que son compañeros pero también amigos. Que gane el mejor, el que más se lo merezca, la pelea va a ser bonita”, adelanta.
Es inevitable echar la vista atrás. “Siempre hay un día en el que no ganas, desde que en el año 2011 lo dejé y volví va a ser la primera vez que no voy a pelear por cruzar la línea de meta el primero, siempre que he estado en la salida ha sido con la intención de ganar. Es una novedad a la que hay que saber adaptarse”, recalca.
Las seis victorias ahí quedan en el palmarés, un registro difícil de igualar que todo apunta va a permanecer muchos años. “Es a lo que tienes que agarrarte cuando vienen mal dadas, esos triunfos ponen en valor todo lo que has conseguido. Ganar una carrera como la San Martiño no es fácil, mucho menos hacerlo seis veces”.
“La lesión en el tendón hace que en las bajadas todavía tenga algo de dolor, es la parte del recorrido que menos me apetece. Va a haber que saber gestionarlo. En el otro lado de la balanza está la entrada por el Puente Romano con toda esa gente aplaudiendo, me quedo con esa parte tan golosa”, finaliza.
