El Arenteiro acumuló la segunda derrota consecutiva luego de caer ante el Nástic de Tarragona por 0-1 con un gol de estrategia que permite a los catalanes dormir como líderes y que mantiene a los de Javi Rey en la mitad de la tabla, todavía con mucho margen sobre los puestos de descenso, pero que también les deja claro que el de la permanencia es su objetivo único y principal, por si alguien todavía mantenía esperanzas de soñar con puestos dedicados a equipos que juegan otra liga, tanto en presupuesto como en plantilla.
El partido, en una tarde muy fría, dejó claro desde que la pelota empezó a rodar que el Nástic sabía muy bien a dónde venía. Los tarraconenses reforzaron la medular, dejaron a los “jugones” en el banquillo y pusieron musculo sobre el irregular campo de Espiñedo. La apuesta, aderezada con una presión asfixiante, le salió bien ante un equipo verde que no era el de otras tardes, seguramente porque el rival le tenía muy bien estudiado. La iniciativa visitante conllevó un par de llegadas con peligro. El primer aviso serio fue de Marc Fernández, tras recibir de Godoy, pero Diego García, en una felina intervención mandó a saque de esquina. Pibe y Álvaro Ramón eran los más peligrosos en los locales y una pelota larga del argentino la controló en el área Chacón, pero se le fue un poco larga y el meta Varo, muy atento, desbarató el peligro. El estado del terreno de juego propiciaba poco toque y más desplazamientos en largo. Un nuevo pase de Mula para Godoy lo mandó este fuera, pegada al palo. Y en el 40, la más clara para los de Dani Vidal. Diego García y Marc Fernández pugnan por un balón que quedó parado en el agua, el rechace le cae a Godoy que solo, dispara sobre la meta, pero Javi Moreno, con la cabeza, desvía y evita el tanto.
En la segunda parte, a los cuatro minutos, jarro de agua fría para los locales. Falta que ejecuta Mula, toca de cabeza Godoy y Marc Fernández, ante la falta de contundencia defensiva, hace el 1-0 cespués de un remate raso con la derecha.
El gol dejó tocado al Arenteiro, que pese a los cambios de Javi Rey no encontraba el camino de la meta visitante. Poco a poco, con más orgullo que juego, fueron apretando a un Nástic que reculaba hacía su portería. Chacón, tras dejada de Manín, mandó arriba. Pibe, en una buena jugada personal, remató bien, pero apareció el meta Varo. Y a la heroica, al final la tuvo Germán Novoa en un saque de esquina, pero salvó Joan Oriol cuando entraba.
Tercera derrota en casa de los verdes y primer partido sin marcar. Toca pensar en el Tarazona.
