Gabri Palmás, del Ourense CF: "Volvería a tirar el penalti"

El delantero del Ourense CF Gabri Palmás, en el partido contra el Coruxo.
photo_camera El delantero del Ourense CF Gabri Palmás, en el partido contra el Coruxo.
Gabri Palmás fue el protagonista del derbi ante el Coruxo marcando un gol y fallando un penalti en el minuto 93

El Ourense CF regresó con un punto de su visita al Coruxo después de empatar a un gol. Pudieron ser tres, pero los de Rubén Domínguez fallaron una pena máxima en el minuto 93. En el momento salieron tocados, pero con el paso de las horas dan por bueno el punto, ya que siempre es importante sumar.

El principal protagonista del encuentro fue José Gabriel Palmás Fervenza. El delantero de 24 años y natural de Moaña marcó el 0-1, desde los once metros y volvió a ejecutar el segundo penalti en el tiempo de descuento, pero en esta ocasión se le marchó fuera. En el cuadro pontino están estipulados los lanzadores, aunque pueden hablar entre ellos y decidir cambiar si alguno tiene dudas. Gabri Palmás, como se le conoce en el mundo del fútbol, no las tuvo. “En el primero que le hicieron a Amín yo era el primer lanzador y no tuve ninguna duda. Lo ajusté bien y ahí es complicado que lleguen los porteros”. Y en el minuto 93, el segundo. “Vino Manu Morgade, que es otro de los designados, a decirme si estaba con confianza, le dije que sí y me dijo, pues venga para adelante”.  Segunda vez que se ponía delante del meta Alberto Domínguez y reconoce que “al principio pensé en cambiar y tirarlo por el medio, pero después decidí repetir y volver a ajustarlo”. Pero fue el primero en darse cuenta de que esta vez no iba a ser gol: “Justo al ir a golpear la pelota se me fue el pie de apoyo y ya vi que se me marchaba fuera”. En todo caso, los penaltis solo los falla el que los tira, por eso Palmás tiene claro que “volvería a tirarlo, sin ninguna duda. Pero también es cierto que no tengo ningún problema si lo tiene que lanzar otro compañero”.

Lo dice uno de los pocos jornaleros que quedan en una, cada vez más profesionalizada Segunda Federación. Gabri Palmás vive en Moaña y cada día se mete tres horas de coche para ir y volver de entrenar al campo de Oira y a mayores lo compagina trabajando en la carpintería de aluminio familiar cuando no se ejercita. Él tiene claro que, “nosotros somos obreros del fútbol, no futbolistas. Es verdad que a día de hoy podría vivir de esto, pero también es una manera de formarse para el futuro, ya que la carrera de un jugador es muy corta. Además, el que algo quiere, algo le cuesta”.

Volviendo al fútbol, el domingo llega el Bergantiños, un partido que no se puede dejar escapar de ninguna manera. “Para nosotros es un partido clave que tenemos que ganar como sea. Nos iríamos a 36 puntos y se verían las cosas de otra manera, pero seguro que no va a ser nada fácil. Ellos tienen casi imposible la salvación, pero seguro que sus jugadores van a intentar hacerlo lo mejor posible para mostrarse y tratar de seguir jugando  más tiempo en Segunda Federación”, explica Palmás.

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