El Ourense CF prolongó a seis consecutivas el número de jornadas sin ganar. Y mira que lo tuvo cerca en O Vao. Los de Rubén Domínguez se midieron al Coruxo, rival directo para salir del peligro. Empezaban a tres puntos de los vigueses y se fueron a la misma distancia tras un 1-1 que deja un mal sabor de boca. Mejor fortuna tuvo el Arenteiro en la misma jornada.
Fueron los locales los que empezaron apretando algo más en un duelo tenso, con mucho en juego. Antón de Vicente probó de falta. El Ourense CF dio la réplica con un tiro de Gabri Palmás, que buscó sorprender sin éxito. Amin, en el minuto 21, tuvo la más clara para los ourensanos, con un tiro desde la frontal que, tras tocar en un defensa, se fue a dos dedos del palo. En ese córner, la tuvo Jerin. La réplica, en el 34, un balón largo que deja a Añón ante Marqueta, que resuelve bien el mano a mano.
El partido se había abierto. Y en una galopada de Amín llegó el primer penalti de la tarde. Empujón y 11 metros, pese a las protestas del Coruxo. Gabri Palmás la ajustó al palo y puso el 0-1 haciendo inútil el esfuerzo del meta Alberto. La mejor noticia para irse al descanso.
Obligado, el Coruxo de Javier Maté quiso apretar más en la reanudación. Sin locuras, tampoco. Un poco más de presión y a intentar jugar en campo contrario. A favor de corriente, el Ourense CF se tranquilizó. Jerin dispuso de una falta peligrosa que estrelló en la barrera. Los ourensanos, a la expectativa de cazar una contra.
El partido transcurría más frío. Raúl Marqueta tuvo que ser atendido por un golpe en el rostro y ambos entrenadores empezaron a mover el banquillo buscando soluciones.
Los cambios no le sentaron mal al Coruxo, que decidió jugársela. Defendía junto el Ourense CF hasta que Chiqui agarró un balón en la derecha, lo golpeó con la zurda al corazón del área y, allí, Pitu Doncel sacó un gran remate de cabeza para superar a Marqueta y poner el empate. Era el minuto 84.
Un punto que le servía más a los vigueses, que mantenían la distancia en la tabla. Por eso los de Rubén Domínguez fueron a por el segundo. Un lanzamiento de falta no sirvió para ello. Pero en un córner, ya en el descuento, Molina remató, la bola golpeó el brazo de Focareta y el colegiado pita penalti.
Palmás, de nuevo, asumió la responsabilidad. Esta vez la ajustó tanto que se fue fuera. Decepción ourensana y final del partido con la sensación de ocasión perdida por no echar mano a un rival directo.
Segunda semana seguida empatando. Antes, cuatro derrotas enlazadas. Sigue la situación complicada, con el Ourense CF en puestos de promoción de descenso, con solamente un punto de renta sobre el descenso directo. La próxima semana llegará al estadio de O Couto el desahuciado Bergantiños. Todo lo que no sea ganar será insuficiente.
