Economía

PSA retoma este lunes su actividad

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photo_camera Instalaciones de PSA en Balaídos.
La fábrica, cabeza tractora de la industria de automoción gallega, emplea a 20.000 personas
La fábrica del Grupo PSA en Vigo retomará la actividad este lunes con la preparación de sus dos líneas de producción en los talleres de embutición, ferraje y pintura, labores de las que se encargarán unos 400 operarios. Dos días después funcionará al completo con un solo turno de trabajo, de mañana.

La actividad en ese único turno, de los tres que habitualmente operan en la factoría de Balaídos, será rotativa entre dos grupos de 1.600 operarios cada semana, detallan a Efe fuentes de la multinacional gala.

Esta fábrica es la cabeza tractora de la industria de la automoción en Galicia, que emplea a unas 20.000 personas.

Paró el 18 de marzo y cada día de inactividad se traduce en más de 2.000 unidades que se han dejado de producir.

Antes de que la pandemia del coronavirus azotase a la industria mundial de la automoción, los rectores del Grupo PSA calculaban que la planta de Vigo cerraría 2020 con 600.000 vehículos ensamblados.

De hecho, la de Vigo es la fábrica de PSA que ensamblaba para más marcas del constructor galo: Citröen, Peugeot, Opel, Vauxhall y Toyota.

PSA Vigo se ha dotado de un protocolo para reanudar "con tranquilidad" y de forma progresiva la actividad en las dos líneas de producción, tal y como garantiza su director, Ignacio Bueno.

Este protocolo incluye el control de la temperatura a la entrada al centro, además de autocontrol de los síntomas; suministro de mascarillas y gel hidroalcohólico; refuerzo de la señalización para respetar la distancia entre personas y de la limpieza de las dependencias, o el ajuste de rotaciones entre equipos de trabajo.

PSA Vigo viene aplicando un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor y ha acordado con los sindicatos SIT y UGT otro por causas organizativas y de producción que sólo afectará al personal laboral fijo.

Este segundo ERTE contempla un máximo de 90 días laborables como jornadas de suspensión y se desarrollará en dos fases.

Una primera para la reanudación de actividad, con integración progresiva de los equipos y compatible con la aplicación de las medidas de prevención reforzadas Covid-19 y de aislamiento de personas; y una segunda para usar en los días no laborables por causa de la reducción de las ventas de vehículos hasta final de año.

El nivel de cobertura será del 80 % del salario de los días de suspensión más la parte proporcional de pagas extras, y del 100 % del salario en vacaciones.

El ERTE establece para el personal eventual una remuneración mínima de 80 horas al mes y el compromiso de que tengan prioridad para volver a ser contratados cuando haya actividad si se extingue el que tienen en vigor antes de 12 meses.

En los últimos días, los sindicatos han denunciado irregularidades en el cobro de las prestaciones por el ERTE en vigor, ya que algunos de baja o de adecuación de jornada las han cobrado, y otros a los que les corresponde, no.

Empresa y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) han informado de que están trabajando para corregir esta disfunción.

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