Los propietarios de un smartphone puedan saber cuál es el mejor momento para viajar y ahorrar hasta un 40 % en los vuelos, gracias a los buscadores de vuelos baratos
Los propietarios de un smartphone puedan saber cuál es el mejor momento para viajar y ahorrar hasta un 40 % en los vuelos, gracias a los buscadores de vuelos baratos a través de aplicaciones en los móviles. Cabe destacar la aplicación App Hopper. Tras años de investigación, los miembros de la entidad consiguieron desarrollar una aplicación que dice cuál es el mejor momento para viajar. Utiliza los datos y el análisis de los millones de precios de vuelos que existen, con el fin de decirles a los clientes cuándo deberían volar. El usuario sólo debe seleccionar el destino al que quiere viajar, si tiene fechas concretas esta aplicación le indicará cuándo es el mejor momento para comprar, si deben esperar un tiempo porque los precios van a bajar o comprar de inmediato porque la tendencia es que los precios vayan a subir.
Otro buen buscador de vuelos es Skypicker. Esta aplicación encuentra vuelos de ida y vuelta por menos de 10 euros, siempre y cuando no se tengan problemas para volar en cualquier momento. Pero, si el usuario establece parámetros concretos, la app se encargará de localizar la opción más económica para el destino y las fechas seleccionadas con la posibilidad de acceder directamente a la plataforma de compra de la web. Atrás quedaron los tiempos en los que viajar en avión se consideraba algo elitista. Las compañías de bajo coste, con Ryanair y EasyJet al frente, son ya una de las primeras opciones a la hora de organizar un viaje.
¿Y qué hace diferentes a las compañías de bajo coste y de ahí su económico precio? El low cost no ofrece servicios de transbordo y ahorra el coste del traslado de las maletas de un avión a otro, no sirve comidas, recorta el espacio de las butacas y elimina la asignación de los asientos, con lo que ahorra mucho tiempo, pero también dinero. Las compañías al operar vuelos punto a punto y solo de corto y medio radio, nunca pagan hoteles a sus tripulaciones para pernoctar fuera del aeropuerto en el que están destinadas. Los pilotos y el personal de cabina siempre vuelven a su base además, sus sueldos suelen ser más bajos que los del personal de compañías aéreas tradicionales.
Y operan en aeropuertos pequeños y alejados de los principales núcleos urbanos, para evitar atascos, con lo que ahorran combustible y tiempo. Utilizan flotas modernas y de modelos similares, lo que les permite un ahorro significativo en cuanto al mantenimiento y la mayoría, promocionan a bordo una amplia gama de regalos con los que sumar ingresos extra. También es cierto que se paga por todo: la reserva de billetes, la facturación en un mostrador, también el derecho a llevar una maleta en la bodega del avión se paga. Muchas low cost renuncian, incluso, a tener oficinas de atención al cliente, sustituyéndolos por centros de atención telefónica.
Asimismo, muchas administraciones públicas les conceden grandes ayudas económicas para impedir que dejen de volar a sus aeropuertos. Tres compañías, Ryanair, EasyJet y Vueling, acapararon el 71% del volumen de pasajeros generados en low cost y el 37% del total del flujo aéreo internacional recibido en España. Su preocupación básica es conseguir el máximo número de vuelos y llenar los aviones al máximo, porque un avión sólo es rentable cuando está volando.
