Fernando Ramos cuenta con un amplio currículum, que va desde su servicio militar -está en posesión de la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco- o los 28 libros de Derecho que ha escrito, además de su larga y experimentada carrera como periodista.
Lucense de nacimiento, ourensano por “devoción” y colaborador de la Región, lo que más le ocupa son las historias de los personajes tan especiales de la ciudad. Historias que se podrán escuchar mañana en el Foro de la Región desde 20:30 horas, en el Centro Cultural Marcos Valcárcel acompañadas por fotografías y archivos audiovisuales del propio poniente. ¿Quieres acudir al Foro? Inscríbete para no perder tu plaza.
Hablará de algunas historias en el Foro de mañana.
Será una conferencia amable y evocadora de pequeñas y grandes historias sobre Orense y sus gentes a lo largo del último tercio del siglo XX hasta el presente. Destaca la evocación de personajes singulares, en su mayoría desaparecidos, que dejaron su impronta en la ciudad. En mi conferencia, ilustrada con fotos y grabaciones sonoras y vídeos, hablaré de todos los personajes relevantes del mundo intelectual y de las letras que conocí, desde Otero Pedrayo a Blanco Amor, y también de personajes curiosos, típicos y sencillos, de los bares y tabernas famosos, del mundo del periodismo y la radio, del Festival del Miño, de los grupos de teatro y otras actividades culturales de la ciudad llamada “Atenas de Galicia”. En suma, será un compendio de mi experiencia como periodista durante aquellos años lejanos, pero intensamente vividos.
Nació en Lugo, pero afirma ser ourensano de corazón.
Aunque yo nací en Lugo, mi estirpe es ourensana, en concreto de la comarca de Valdeorras, de donde eran mi padre y mis abuelos. Llegue a Ourense con 12 años, porque trasladaron aqui a mi padre que era ferroviario y vivíamos en el Puente. Tengo una colección de fotos insuperables desde el balcón de mi casa, porque vivíamos pegados. En Ourense estudie el bachillerato, hice el servicio militar y tuve mi primera novia y mi primer empleo.
¿Cómo surge la idea de contar historias ourensanas?
Como siempre fui muy ordenado, guardé las grabaciones de las entrevistas de mi etapa en la radio de aquellos años (1968-1972). Hoy están depositadas en el Arquivo Sonoro de Galicia. Como en esa etapa fundamental, mis amigos que eran ourensanos me contagiaron su espíritu y me senti uno más. De suyo, de vez en cuando nos reunimos en una “paparota”. Ourense es especial para mi por las razones expuestas. Por ejemplo, mi primera novia, hoy abuela, sigue siendo una gran amiga por encima del tiempo, y nos tenemos gran cariño. La idea de empezar a escribir sobre historias y personajes ourensanos surge al final de mi etapa como profesor de universidad, y encuentro en la recuperación de esas memorias de lo cotidiano para de mi propia memoria.
¿Qué es lo que más le gusta de contar historias?
Lo que más retribuye es que personas que conozco y otras que no, me agradecen que vuelva a recuperar desde el recuerdo, sus personas que ya no están y en general, memoria de una ciudad que amamos.
¿Considera que el ourensanismo continúa vigente?
El ourensanismo que yo conocía no es el mismo, porque no hay líderes de opinión ni personajes que realmente lo cultiven, por lo general por ignoracia de la propia historia. Ourense es la única provincia sin salida al mar, pero no por eso de menos horizontes.
¿Qué tiene Ourense de especial?
Es una ciudad entrañable, no sólo, como “Atenas de Galicia”, por ser la de mayor contenido cultural en la vida cotidiana, por sus personajes, y por la tradición de coros, orfeones, grupos de teatro de los que yo mismo formé parte y voy a hablar. Cuando uno va cumpliendo años regresa a las etapas esenciales que han construido tu vida, y en ese sentido, los pilares de lo que soy están aquí.
