Eduardo Eiroa: "El 30% del fracaso escolar está relacionado con problemas de visión no detectados"

Un reloj de arena, en una clase de un colegio ourensano el pasado curso.
photo_camera Un reloj de arena, en una clase de un colegio ourensano el pasado curso.
El presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda a padres y tutores que estén atentos a los síntomas de problemas de visión que puedan presentar los niños

Los niños tendrán que acostumbrarse al cambio de rutinas, dentro de unos días, cuando regresen a las aulas. Por ello, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia sostiene que es necesario que realicen alguna revisión visual para comprobar que los escolares mantienen el correcto funcionamiento de su visión, de forma que no se complica para ellos la realización de actividades cotidianas. 

El presidente del colegio, Eduardo Eiroa, explica que numerosas alteraciones visuales suelen manifestarse en la infancia. Es el caso, en no pocas ocasiones, de patologías como la miopía, la hipermetropía, el estrabismo o el astigmatismo. Y pueden llegar a dificultar la lectura.

“Las revisiones de la visión en edad escolar son muy importantes debido a que el fracaso escolar está relacionado con la manifestación de problemas visuales. Así mismo, se estima que el 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados” –explica Eiroa.

Además, padres, tutores y educadores deben prestar atención a síntomas de problemas de visión como pueden ser que el joven tuerza la cabeza al leer, se descentre, vea mal la pizarra desde las últimas filas o guiñe un ojo mientras realiza los deberes.

Demasiadas pantallas

En la actualidad, se está incrementando la incidencia de la miopía juvenil por el exceso de horas que dedican los niños a las pantallas digitales. Así, los optometristas gallegos
aseguran que se debe concienciar sobre la necesidad de realizar un uso moderado y no excesivo de la tecnología digital en la edad escolar porque la miopía juvenil, aunque
se manifiesta entre los 6-8 años, puede seguir incrementándose más allá de los 18 años. Con el objetivo de prevenir la miopía juvenil, el Colegio aconseja la realización de
revisiones visuales y recomiendan que los niños realicen actividades al aire libre.

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