La comunidad autónoma de Galicia está llena de terrenos hermosos que han conquistado, a lo largo de los años, a todos sus visitantes a golpe de belleza. A pesar de la cultura, la historia, las edificaciones que reflejan a la perfección la arquitectura clásica, lo que más ha llamado siempre la atención es el verde. La naturaleza es la gran protagonista de Galicia, siendo el primer detalle que llama la atención de cualquier visitante, una enorme extensión con una orografía curvada que muestra amplia vegetación, ríos serpenteantes y altas montañas que cortan la vista en el horizonte.
Para mantener esta belleza, en 1974 se concibió el término Reserva de la Bioesfera, creado por el Grupo de Trabajo del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MaB) de la UNESCO. La finalidad de estas reservas era la de proteger y cuidar la diversidad biológica, uno tejido organizado pero delicado que mantiene todas las especies en un continuo equilibrio,
En Galicia podemos encontrarnos con seis Reservas de la Bioesfera, dos de las cuales se encuentran en la provincia de Ourense. Estas reservas son:
Tranfronteiriza do Xurés-Gerês
La reserva Tranfronteiriza do Xurés-Gerês se encuentra localizada en la Raia ourensana y se localiza en una zona de transición entre dos grandes regiones florales europeas: la eurosiberiana (provincia atlántica) y la mediterránea (provincia carpetanoleonesa).
La actividad humana que ha tenido lugar en sus más de 300.000 hectáreas, ha modelando un paisaje donde predominan los matorrales y las zonas arboladas en las laderas y en los valles. La formación vegetal más extendida es el bosque caducifolio, con especies como robles, abedules, acebos y albedros o madroños.
Las diferentes orientaciones del relevo, las variaciones bruscas de altitud y la influencia de los climas atlántico, mediterráneo y continental, dan origen a una gran diversidad de microclimas en la reserva. Estos, asociados a la constitución esencialmente granítica del suelo, crean características particulares, originando aspectos botánicos muy especiales, que le confieren un lugar de preferencia en relación a la flora ibérica
Área de Allariz
El área de la Reserva está formada por una amplia depresión, con una altitud media de 600 m, por donde discurre el río Limia, y rodeada de un desborde montañoso del que destaca en su parte norte el macizo granítico de Allariz, por donde discurre encajado el río Arnoia.
Es un territorio fronterizo entre dos grandes regiones ecológicas como son la depresión morfotectónica semiendorreica de fondo plano, por donde discurre el río Limia, y el reborde montañoso del que destaca en su parte norte el macizo granítico de Allariz, por lo que circula encajonado el río Arnoia.
As Terras do Miño
Abarca 26 municipios de la cuenca alta del río Miño, pertenecientes, a su vez, a siete comarcas, todas ellas de la provincia de Lugo: Ourol (A Mariña Occidental), Alfoz, O Valadouro y Mondoñedo (Mariña Central), Abadín, A Pastoriza, Begonte, Castro de Rei, Cospeito, Guitiriz, Muras, Vilalba y Xermade (Terra Chá), Meira, Pol y Riotorto (Meira), Castroverde, Friol, Guntín, Lugo, O Corgo, Outero de Rei y Rábade (Lugo), Baraja (Os Ancares), Láncara y O Páramo (Sarria).
Gran parte de la Reserva está incluida dentro de la Red Natura 2000 y está constituida, fundamentalmente, por los denominados paisajes del agua y formaciones de turberas de cobertor, es decir, comunidades de humedales que se extienden por relieves aplanados o inclinados, mal drenados y se encuentran en áreas de clima oceánico con altas precipitaciones.
Os Ancares Lucenses e Montes de Navia, Cervantes e Becerreá
Esta reserva ocupa un 6% de la superficie de la provincia de Lugo. Con más de 1.600 metros de desnivel, la intrincada red hidrológica que drena en el río Navia y la naturaleza de los materiales geológicos (plutón granítico, entre otras), conviven con la variedad de formaciones geomorfológicas, de origen glaciar y fluvial. Existen ademas pequeños afloramientos calcáreos con la consecuente estructuración del paisaje y de la vegetación, incrementando la heterogeneidad estrutural del mosaico ecológico de la comarca.
En este terreno se reconocieron un total de 35 tipos de hábitats de interés comunitario, de los cuales 10 son prioritarios. La Reserva incluye especies en peligro de extinción, como el helecho Lycopodiella inundata o el briófito Zygodon conoideus. Entre la fauna, la reserva alberga especies de elevado valor para la conservación, destacando el cangrejo de río ( Austropotamobius pallipes) así como la existencia de poblaciones de ungulados silvestres.
Río Eo, Oscos e Terras de Burón
La Reserva abarca un total de 158.883 ha terrestres repartidas en 14 municipios: 7 en la parte gallega (Ribadeo, Trabada, A Pontenova, Ribeira de Piquín, Vacía, A Fonsagrada y Negueira de Muñiz, todos ellos de la provincia de Lugo) y 7 de la parte asturiana ( Castropol, Vegadeo, Taramundi, San Tirso de Abres, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y Sano Martín de Oscos). Con todo, el reparto superficial no está tan equilibrado, ya que dos terceras partes, algo más de 108.000 ha se encuentran dentro del territorio gallego, mientras que el tercio restante es territorio asturiano.
En el territorio de la reserva es posible identificar un total de 41 tipos de hábitats de interés comunitario, de los que 11 son considerados prioritarios, centrados fundamentalmente en los ecosistemas dunares, los matorrales costeros, zonas húmedas continentales y bosques ligados a medios húmedos.
As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo
Comprende una superficie de 113.969,7 hectáreas terrestres y 2.754,8 has marinas que se encuentran en 18 municipios de la provincia de A Coruña, los cuales son: begondo, Aranga, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Coirós, Culleredo, Curtis, Irixoa, Miño, Oleiros, Oza - Cesuras, Paderne, Sada y Desván..
De los 49 hábitats de interés comunitario, existentes en la zona, 12 están clasificados cómo prioritarios. Asimismo, se contabilizan más de 300 especies incluidas en algún instrumento de protección nacional e internacional. En esta reserva se destaca principalmente la presencia de paisajes de mar y montaña, con las características propias de cada uno de estos hábitats.
