Cómo hacer un fungicida casero

Los productos fitosanitarios comerciales tienen una funcionalidad muy reducida para poder ser manipulados por cualquier amante de la jardinería, por lo que usar métodos caseros no dista mucho de estos compuestos

A la hora de elegir un producto fitosanitario para tratar plagas o enfermedades hay que tener muchos factores en cuenta. Uno de ellos es la disposición de un carnet de manipulador de productos fitosanitarios. Este carnet es una verificación de uso para los productos que son más nocivos, es decir, que tienen una composición más concentrada, por lo que son más efectivos, pero también son más peligrosos.

Existen cuatro tipos diferentes de carnet dependiendo del nivel que se desee obtener. El nivel básico, que permite a los auxiliares utilizar productos que no sean ni generen gases tóxicos o muy tóxicos. El nivel cualificado, para aplicar y vender productos fitosanitarios, pudiendo ofrecer la información necesaria. El nivel fumigador, para aplicadores que realicen tratamientos con productos fitosanitarios que sean gases clasificados como tóxicos o muy tóxicos y el nivel piloto aplicador, para poder aplicar fitosanitarios desde aeronaves.

Estos carnets son sencillos de conseguir mediante cursos impartidos por profesionales, sin embargo, para la jardinería doméstica, existen muchas alternativas que nos eximen de adquirir dichos documentos.

Con las lluvias propias del otoño y las que vendrán en invierno y el calor de las viviendas, se forma un ambiente perfecto para la aparición de hongos, por lo tanto, hoy vamos a ver un producto que podemos elaborar con materiales caseros y funciona muy bien para eliminar los hongos más comunes que nos podemos encontrar en las plantas de interior. La leche es un clásico en los cultivos ecológicos, es muy bien sabido por muchos ecoagricultores que esta sustancia protege a los cultivos del ataque de los hongos. Los ácidos lácticos previenen la aparición de hongos en nuestras queridas plantas, solo deberemos mezclar una parte de leche por cada 10 de agua y pulverizar sobre sus hojas.

Si por desgracia nuestras plantas ya están invadidas por hongos, deberemos utilizar un método más drástico, pero no por ello tendremos que acudir a los químicos más fuertes. Con solo añadir bicarbonato a nuestro preventivo, ya dispondremos de un potente fungicida. Para preparar esta solución, mezcla un cuarto de litro de leche y 1 litro de agua en una botella con atomizador, luego añade 2-3 cucharadas de bicarbonato de sodio.

Una vez tengamos la mezcla preparada deberemos agitar el contenido para que se mezcle adecuadamente. Con la solución lista, procederemos a aplicarla sobre toda la planta, deteniéndonos con más interés sobre las zonas afectadas. Podremos recurrir a este método una vez por semana hasta que veamos que el hongo ha desaparecido y, de ser así, seguir aplicando leche diluida en agua para que no vuelva a aparecer.

En caso de que este método no haya servido para eliminar por completo el hongo que está deteriorando nuestra querida planta, deberemos consultar a un profesional y buscar una alternativa más potente o más específica para tratar el hongo.

La lecha también es muy útil para desinfectar las herramientas de jardinería, tanto sola, como con bicarbonato de sodio para que sea más eficaz. En muchas ocasiones nos olvidamos de desinfectar las herramientas o pensamos que es un medio estéril donde un hongo no puede perdurar, nada más lejos de la realidad. Los hongos pueden mantenerse en letargo durante períodos largos y esperar el momento adecuado para atacar de nuevo. Por ello, es importante mantener nuestras herramientas limpias, con tan solo humedecer un trapo seco con un poco de leche o leche con bicarbonato y aplicar el paño sobre la herramienta, limpiará la superficie evitando que pueda contener restos del hongo, librándonos así, de una nueva infección.

CONSULTORIO

Me gustaría decorar mi casa con una costilla de Adán, ¿es posible replantar un esqueje?

Monstera
Monstera

Reproducir una Monstera deliciosa o costilla de Adán mediante esquejes es una tarea muy sencilla. Para comenzar la reproducción en el caso de las monsteras, hay que tener en cuenta una serie de requisitos, lo más importante, es que el esqueje elegido debe incluir un trozo de tallo. Por desgracia, en esta especie no vale un brote o una hoja, el esqueje debe incluir un trozo del propio tallo, aunque las hojas de por sí son bastante decorativas y pueden aguantar bastante tiempo verdes si se ponen en un jarrón con agua. Además de un trozo del propio tallo, deberá tener un nudo de raíz, una pequeña protuberancia de la que brotan raíces o bien una raíz aérea, las monsteras, al igual  que las orquídeas forman raíces fuera del sustrato. Una vez elegido el esqueje, tan solo deberemos colocarlo en agua hasta que desarrolle un sistema radicular lo bastante fuerte como para abastecer las hojas, en ese momento, realizaremos el trasplante.

Envíe sus consultas a [email protected] para que sean resueltas en el consultorio de jardinería de La Revista.

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