"Repostar combustible en una gasolinera Low-Cost causa averías en el motor" o "el combustible es de peor calidad" en las gasolineras de bajo coste. Estos son solo algunos de los tópicos que se escuchan sobre este tipo de negocio que llegó a España hace ya unos cuantos años y que ahora gana todavía más protagonismo con el aumento de los precios.
Con el Diésel por encima del 1.53 y la gasolina de 95 casi en el 1.65 (con una previsión de escalada superior), es más que normal que muchos conductores tanto profesionales como privados se decidan por acudir a estos centros, aunque el miedo generado durante años todavía causa recelos. Por eso, es importante matizar una serie de datos para que el libre mercado sea el que decante la balanza de cada usuario en favor de las "premium" o las "low-cost".
¿Es peor el combustible de las Low-Cost?
Es imposible que sea peor. El combustible que se suministra a todas las gasolineras de España es el mismo y sale de los mismos depósitos de CHL (esos grandes que se ven en el alto de Puxeiros, cerca de Vigo, por ejemplo), por lo que si fuese malo, lo sería para todas por igual.
Está regulado por la Unión Europea desde el año 2018 y se basa en una serie de etiquetados iguales para todos los estados miembros.
Cambian los aditivos que se suministran con ese combustible, ya que todas ("Premium" y "Low-Cost") los utilizan. Varían las tecnologías, los costes de ese aditivo y algunos conceptos, pero es cierto que en parte influyen en el precio, aunque no de forma determinante.
Otro aspecto de debate sería conocer si los aditivos causan una diferencia grande entre el rendimiento y durabilidad de un motor. Ahí los aditivos premium sí influyen de manera determinante, con menores índices de espumación, mejorar la lubricación o prevenir la formación de carbonilla, entre otros.
¿Por qué es más barato el combustible en las Low-Cost?
Entran en juego muchas variables. Uno de ellos son los costes. Muchas de las gasolineras Low-Cost no tienen personal, ni otros servicios adicionales como túnel de lavado, tienda o demás. Eso reduce mucho los costes, pero también va en contra del empleo.
Otras que sí tienen personal juegan con márgenes más pequeños. Muchos litros de combustible vendidos permiten obtener beneficios frente una venta menor. Es cuestión de oferta y demanda. Los impuestos al carburante son más de la mitad del importe, pero el resto son costes de producción.
En el caso de las grandes superficies, juegan con el marketing. La gasolina barata es un mecanismo de captación de clientes. Si al repostar te hacen un descuento en tu compra o sencillamente es más barato, la posibilidad de terminar haciendo la compra allí es mayor. Es una situación similar con productos que tienen a la venta y que hacen que los clientes acudan a comprarlos, como la leche barata u otros productos.
En muchas "Low-cost" la variedad de combustibles es menor, prescindiendo del Diesel Premium o la Gasolina de 98 octanos, un concepto que reduce costes operativos.
¿Causa averías el combustible barato?
Otro rotundo no. Generalmente las averías asociadas al combustible son por el mal mantenimiento de los depósitos donde se almacena, no por el hecho de que el combustible sea mejor o peor. En este caso, puede haber una premium con filtraciones de agua que arruine el combustible y una Low-Cost que los limpie y cuide regularmente. No es algo que venga determinado por se de uno u otro tipo.
En conclusión, la decisión pasa por un punto de vista económico o personal, en el que se valora el hecho de tener que elegir el formato convencional o uno más moderno e instalado en todo el Mundo, con sus pros y sus contras. Lo que no debe afectar es el hecho de pensar que el combustible es diferente porque no es verdad.
