No se ha adelantado el Entroido en Verín. El luto, los lamentos y el negro envuelven hoy una singular protesta por el cierre del paritorio del Hospital. Más de 1.500 personas personas, según Guardia Civil y Policía en la comitiva fúnebre que partía pasadas las cinco de la Praza Maior.
Cura, ataúd, coronas de flores naturales y cientos de plañideras debidamente ataviadas acompañan al coche fúnebre. Y lo hacen para cerrar una semana en la que se ha escuchado al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advertir que esto "no tiene solución", mientras el PP de Ourense clamaba en dirección contraria; a los pediatras gallegos amparando la medida "por seguridad" y tras un encierro de profesionales y afectados en el mismo hospital. Hoy, se vuelven a escuchar en la calle las proclamas e incluso oraciones "por la resurrección" de los servicios de partos y pediatría.
La comitiva iba sumando personal a medida que avanzaba por al Avenida de Laza. "As nais de Verín están aquí!", se escuchaba. A las faldas del hospital, todo preparado para enterrar al "asesinado". Pala, lápida y a esperar, si llega, la "resurrección". Al menos, eso rezaba la esquela.
Esta nueva movilización que responde a la polémica que ha puesto en pie de guerra a la comarca de Monterrei tras el cierre del paritorio el pasado 1 de diciembre, la Sociedad Gallega de Pediatría (Sopega), en voz de su presidente, José Ramón Fernández Lorenzo, recordaba ayer la actual "carencia de pediatras a nivel autonómico y nacional" para tachar de "irrealizable" la posibilidad de mantener la maternidad hospitalaria en la comarca de Monterrei.