El rol femenino como eje central sobre el escenario de la MIT de Ribadavia

La nueva edición de la Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia entra hoy en su recta final con un nuevo programa cargado de actividades y teatro propiamente dicho.

Hoy finaliza el curso de “Dramaturxia Actoral” impartido por Eva Redondo, reconocida profesional del sector. Durante dos intensas jornadas, los participantes han aprendido a canalizar su creatividad y dejar de ser herramientas en manos de directores para tomar ellos las riendas de su arte.

A las 13,00 horas, tendrá lugar en el Salón de Actos del Concello de Ribadavia el acto de entrega del Premio de Horna da Academia Galega de Teatro a Rosa Álvarez por su dilatada carrera y su compromiso por la lucha de la dignificación de la profesión teatral, visibilizando y poniendo en valor el rol de la mujer en el teatro gallego.

Sampaio es la localidad que acoge este viernes la función del programa SputMIT. En este caso será “Intempestiva”, de la compañía Elahood, una representación de danza inspirada en la figura y la obra de la autora Xelia Arias.

“Homenaje a Billy el Niño”, de los madrileños Teatro de Barrio, será la obra representada a las 23,00 horas en el Auditorio Rubén García. En ella se homenajea a todos aquellos hombres y mujeres asesinados y torturados por el policía Antonio González Pacheco, alias Billy El Niño, que fuera condecorado en la dictadura, un galardón retirado el año pasado. La compañía, con esta representación, busca visibilizar la violencia con la que también se construyó la Transición.

Hoy también comienzan las “sesiones golfas” de la MIT con la obra “Elisa e Marcela” de la compañía A Panadería, que también representó ayer “As que limpan” en el Castillo. Esta obra, que ubica en la Iglesia de la Madalena, cuenta la historia de dos mujeres que desafiaron a todo lo establecido al casarse por la iglesia a principios del siglo pasado.

Ayer las mujeres fueron no solo las protagonistas, sino las productoras y creadoras de las representaciones de la Mostra.

Primero, en la Alameda de Ribadavia, la danza “Migrare” de las valencianas Maduixa, que contaban el viaje de las mujeres extranjeras por encontrar un lugar al que llamar “hogar”. En la sesión nocturna, A Panadería se encargó de visibilizar el trabajo de las camareras de piso con “As que limpan”.