La Cooperativa Viña Costeira fundamenta su crecimiento en este año que acaba de empezar en la internacionalización de sus vinos y en el enoturismo. Serán los dos pilares a los que dedicará una parte importante de sus esfuerzos esta bodega referente de la Denominación de Orixe Ribeiro con el objetivo, según apuntan, de incrementar los beneficios de sus asociados, “para que no abandonen los viñedos y puedan vivir de ellos”.
En esos dos campos, aseguran desde la bodega que llevan los últimos cinco años de crecimiento, y que para el 2024 se han marcado nuevas líneas de trabajo y objetivos concretos.
En lo que concierne a la internacionalización, se trata de consolidar la presencia en aquellos mercados en los que ya han entrado, continuando en Reino Unido, Alemania y Suiza, además de Serbia y Croacia, en Europa; mientras que en América seguirán en los mercados de Estados Unidos, México, Colombia y Perú. Así, el nuevo objetivo es Asia, tras las incursiones puntuales en Japón, China y Corea del Sur, los tres países en los que incidirán de forma especial, “buscando la fidelización del comprador, que repita en su demanda y así ampliar mercados”, puntualizan.
Países
De esta forma, los responsables de la cooperativa prevén que este será el sexto año de crecimiento paulatino, pese a que “la treixadura es una variedad menos conocida que el albariño de las Rías Baixas para los consumidores”. Aún así, esperan que las exportaciones se cierren en este 2024 con una de cada cuatro botellas colocadas en los mercados, aunque “todavía estamos lejos, porque de un 11% o 12% de exportaciones sobre la venta total, tendremos que crecer hasta el 25%”.
Por ello, consideran que “los mercados asiáticos tienen mucho potencial y en Europa central hay que aumentar con el fin de garantizar el máximo beneficio para los asociados”. “Estamos apostando por los mercados de países más lejanos, queremos que representen un mayor volumen de exportaciones, también en Estados Unidos, México, Colombia y Perú”.
Desde la adquisición y rehabilitación del Pazo de Toubes (Cenlle), una edificación del siglo XVIII ubicada entre viñedos y en un marco natural espectacular, el enoturismo se ha ido convirtiendo en otro importante pilar económico para Viña Costeira, asociando la oferta de los vinos a la gastronomía y a las actividades de ocio como los paseos en barco por el río Miño o las excursiones en bicicleta entre viñas.
La bodega, con 56 años de historia, ha realizado una importante inversión y apuesta fuerte por el enoturismo para ofrecer una marca diferenciadora. “Queremos trasladar al visitante un conocimiento de lo que es la cooperativa e intentar dar a conocer el Ribeiro, porque lo gallego vende mucho, y creemos que el Ribeiro tiene un gran potencial que no está explotado al máximo”, matizan. Por todo ello, la bodega cuenta en estos momentos con cinco personas dedicadas exclusivamente al enoturismo.
Eventos
Otras iniciativas que atraen a un numeroso público tienen que ver con la organización de eventos concretos, siempre relacionados con la vendimia, como son la Noite das Perseidas y Costeira Sonora, en las que se combinan los vinos con la buena gastronomía y la música en directo, entre otras actividades como la de la observación del firmamento.
Viña Costeira superó en 2023 los 10.000 visitantes, dentro de la oferta enoturística. “Esta línea de negocio sigue creciendo, la verdad es que siempre agotamos las entradas en cada evento y eso nos motiva a programar nuevas ofertas”.
