La ilustración en Ourense: a las puertas de la época dorada

La ilustración gallega vive una era dulce: tanto en España como en el extranjero triunfan los artistas de la comunidad, y crece la demanda del underground de Vigo o las viñetas de A Coruña, pero ¿qué pasa con Ourense? ¿Bajo qué piedra del Casco Vello se esconde la escena de la ilustración en la ciudad de As Burgas?

Lo cierto es que esta escena ourensana sí existe, pero no es una, sino muchas. En lugar de un grupo cerrado y estructurado, se entiende mejor como una red de redes. Un conjunto de individuos inquietos, algunos organizados alrededor de ciertos nodos clave, como la librería El Sindicato del Cómic, la editorial Aira o la escuela de arte Antonio Faílde.

La ilustración a orillas del Miño es motivo de orgullo para los ourensanos, aunque muchos ignoran que existe este estimulante abanico de creatividad… incluidos algunos de sus protagonistas: hablando con ellos, uno descubre que no son pocos los artistas locales que no se conocen entre sí.

Para abrir la puerta a los curiosos, el objetivo de este artículo es repasar algunas disciplinas y arrojar luz sobre esos creadores que lideran -ahora sí- el rumbo de la ilustración en Ourense.

Ourense, capital del cómic

Ourense siempre ha sido tierra fértil para el arte secuencial -no todas las ciudades tienen un monumento dedicado a los héroes de las viñetas-, y el cómic gallego que hoy admiramos no se entendería sin el impulso fundamental que se le dio en Ourense en los años 80, con la Casa da Xuventude y el Frente Comixario.

Ese mismo espíritu sigue latiendo hoy en una nueva generación de autores de cómic capitaneada por David Rubín. Ourensano de raíz y afincado en Madrid, triunfa ahora en los EEUU con su estilo enérgico, tejido entre monstruos, espadazos y mandíbulas. Recientemente ha firmado “Rumble” con John Arcudi o “Black Hammer” con Jeff Lemire, y hace pocos días se conocía que trabajará en la adaptación de “Norse Myths”, de Neil Gaiman, junto a artistas como Mike Mignola.

<small>ASTIBERRI ED.</small>

Tras la puerta abierta por Rubín, no obstante, pasan por derecho propio otros dibujantes de cómic locales como Jorge Campos -acaba de publicar la costumbrista y divertida “Unha mestra en apuros”-, Emilio Fonsesca -autor de la intriga veneciana “Fóra do mapa"- u Óscar Iglesias, que relata con humor autoconsciente su día a día en redes sociales.

Del libro a la cerámica

<small>AIRA EDITORIAL</small>

Un campo amplísimo que se abre a los ilustradores es el libro ilustrado, a medio camino entre la novela y el cómic. El último ejemplo publicado pertenece a una de las figuras clave de la ilustración ourensana: Miguel Robledo, el responsable del arte en las librerías Punto e Coma. Hace pocos días salía a la venta “Frankenstein”, un libro abrumador en el que Robledo -autor de mundos tan fantásticos y etéreos como locales y terrenos- depura su estilo y su visión.

Otros creadores ourensanos que brillan en el campo de la ilustración a secas -sea en portadas, pósters o tote bags- pueden ser Pablo Otero -autor de libros de vena poética como "Parece una hormiga"- o el cotizado Sr Reny, pero el campo es amplísimo: desde la exhuberancia pop de Ignacio Hernández a la retranca afilada de Laura Pato.

Mención aparte merece Celsius Pictor, cuya obra vive en envases de sardinas o platos de cerámica. Este ilustrador ourensano emplea la técnica del collage para construir monstruosidades mecánicas de alma steampunk y belleza salvaje.

Al aire libre

Fuera de los límites de la ilustración comercial, otro grupo de creadores ourensanos encuentran su camino en el urban sketching: la práctica de reunirse a dibujar del natural rincones. Bajo la etiqueta #DibuOu se agrupan estilos como las acuarelas vibrantes de Sara Vázquez o la frescura espontánea de Elena Guevara.

De este grupo destacan MeliMolita, que impregna sus piezas de una estética colorista, naif y alegre y que hace pocas semanas triunfó en el certamen de urban sketching Compostela Ilustrada, e Isabell Seidell, cuyas finas acuarelas capturan la melancolía suave de la lluvia sobre Ourense.

<small>@MEMOLITA</small>

En los muros y en la piel

Para acabar este breve recorrido, un rápido vistazo a dos disciplinas definidas por su soporte: el grafiti y el tatuaje. Ambas son prácticas artísticas con recorrido y proyección, como demuestra -por ejemplo- la apertura en el centro de Ourense hace escasos días de un nuevo espacio, Bang Tattoo. A la vez tienda de rarezas creativas y estudio de tatuaje, la iniciativa de Abraham Caride, Silvia Fernández y Cristina Sanjurjo se une a las casi dos decenas de opciones en Ourense para decorarse la piel, y revela que la ciudad respira con optimismo.

<small>SR. RENY</small>

A la hora de hablar de grafiti, encontramos nombres como el de Antón Couto, pero el que destaca es -definitivamente- el de Mon Devane, cuyos murales no solo decoran la ciudad y la provincia, sino también las ciudades vecinas y hasta los muros de EEUU.

Un recorrido hasta el fin del mundo para regresar a casa, hogar de una escena disgregada, pero viva y estimulante. Un abanico de creadores que demuestran que en Ourense hay mucho que disfrutar.