Los abogados del turno de oficio caen un 9% en Ourense en dos años por falta de relevo

Exterior del edificio de los juzgados de Ourense. XESÚS FARIÑAS
photo_camera Exterior del edificio de los juzgados de Ourense. XESÚS FARIÑAS

Los 328 abogados de oficio, un trabajo voluntario y mal pagado, atienden más de 5.000 casos anuales en Ourense

Un trabajo voluntario y vocacional, pero mal pagado y, a veces, ni siquiera cobrado. Los abogados del turno de oficio en la provincia han descendido un 9% en los últimos dos años debido a la falta de relevo y al hartazgo colectivo, según datos facilitados por el Colexio da Avogacía de Ourense. Si en 2020 había 361 abogados de oficio, este año son 328 y han atendido ya más de 5.000 casos. Pese a este descenso, el 48,1% de los abogados ejercientes están adscritos al turno de oficio, casi uno de cada dos.

“Hoy no hay un abogado en este país que pueda vivir solo del turno de oficio. Lo que se gana son 147 euros de media por expediente. Si llevas un robo con fuerza, en el turno de oficio te pagan 382 euros y a un particular le cobras de 1.500 euros para arriba. La desproporción es tremenda”, se queja Esperanza Fernández Iglesias, vicedecana del colegio y coordinadora del turno de oficio en la provincia. Fernández achaca el descenso de letrados voluntarios al hartazgo porque todos tienen trabajos sin cobrar. “Una de nuestras principales reivindicaciones es que la Administración pague siempre nuestras actuaciones independientemente de si se archiva la causa o se deniega al cliente la justicia gratuita”, dice.

También el secretario del colegio, Alejandro Pérez Garrido, reconoce que está cayendo el número de abogados de oficio por falta de relevo a las jubilaciones y fallecimientos, y porque “desde hace varios años se incorporan al turno de oficio menos colegiados”.

 Aunque el ingreso en el turno de oficio es voluntario, hay que acreditar experiencia y conocimientos. “No se puede entrar cuando acabas de terminar la carrera. Se necesitan tres años de experiencia profesional, hacer un curso, superar un examen y hacer prácticas durante unos meses”, explica Fernández, que añade que, una vez que te incorporas es necesaria la formación continuada.

 A los abogados jóvenes les sirve para ganar experiencia y conocer clientes. “El tema económico no te compensa, si estás en el turno de oficio es por el agradecimiento y la confianza que se genera entre abogado y cliente. Quieres aportar algo a la sociedad, ayudas a la gente a ejercitar sus derechos y eso te llena de satisfacción”, dice la vicedecana.

 La justicia gratuita solo se concede a españoles, resto de europeos y extranjeros residentes en España que acrediten insuficiencia de recursos para litigar, y a algunos colectivos vulnerables aunque tengan ingresos. Tienen derecho a un abogado y procurador de oficio de manera gratuita todas las víctimas de violencia de género, terrorismo, trata de seres humanos, menores y personas con discapacidad que sean víctimas de homicidio, lesiones, maltrato habitual o contra la libertad sexual, víctimas de accidentes con secuelas permanentes, y los trabajadores. “Si pierden, no están obligados a pagar las costas; tienen derecho a periciales gratuitas y están exentos de pagar depósitos en caso de recurso”, dice Fernández.

87,2% de solicitudes estimadas

Las solicitudes de justicia gratuita se presentan ante el Colexio da Avogacía y luego este recaba documentación y la remite a la Comisión provincial de justicia gratuita de la Xunta, que decide si la concede o no, en función a la capacidad económica de los solicitantes. “En 2021 se tramitaron 4.837 solicitudes, de las que desestimaron 673 y se estimaron 4.163. El porcentaje de estimación es del 87,2% en la provincia de Ourense”, cifra la coordinadora.

 El turno de oficio se extiende a todas las jurisdicciones, pero los procedimientos más abundantes son de penal y civil, y los menos numerosos, de social y contencioso-administrativo. En 2021 cobraron por asistencias penales 290.469 euros y por procedimientos, 916.357 euros. Es un total de 1.206.827 euros, que supone un 13% más que en 2020 y un 10% más que en 2019.

“El abogado del turno de oficio lo da todo, y es más osado y atrevido porque, aunque su cliente pierda, no debe pagar las costas. Tiene más de libertad que si lleva un asunto particular”, explica Fernández, que dice que se sienten comodines del resto de operadores.  “Parece que no valemos nada, como si nuestro tiempo no valiera nada. El abogado de oficio no es un comodín; es un auténtico profesional y un pilar fundamental del Estado de Derecho”, reivindica.

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