El potencial termal de la provincia de Ourense está por aprovechar. Un estudio del Campus de Ourense cifra la explotación de las aguas mineromedicinales de la provincia en un 30% del total de riqueza termal conocida. Sin embargo, el interés por este motor económico ourensano empieza a crecer. Esta misma semana se conocía que un emprendedor de Boborás invertirá 2,3 millones en un complejo termal. El Concello de Bande recibió más de medio centenar de propuestas para su gran proyecto termal. Son solo dos ejemplos de la iniciativa relacionada con el termalismo, capitaneada por el impulso a un Gran Hotel Balneario en la ciudad, en la sede actual de la Diputación. Sin embargo, también hay deberes en el termalismo ourensano, empezando por la ciudad.
Piscina de As Burgas
La ciudad sufre la desidia del Concello de Ourense en materia termal. La piscina de As Burgas sigue cerrada al público, pendiente de adjudicar las obras para poder reformarla tres años después del cierre. Las termas de A Chavasqueira y Outariz apenas tienen unos vasos habilitados, además de unos horarios estrictos que impiden disfrutar de las pozas por la noche y que obligan a los visitantes a soportar colas para bañarse. O Muíño, oficialmente, no está abierta, aunque algunos la utilizan a pesar de no estar habilitada ni en condiciones óptimas para el baño. A la ciudad le queda esperar por el proyecto del Gran Hotel Balneario, previsto para 2027.
19 declaraciones termales
En la provincia de Ourense, según los últimos datos facilitados por la Xunta de Galicia, hay 19 declaraciones de aguas mineromedicinales. Desde la más antigua, Sousas (Verín), autorizada en 1860, hasta las más recientes: Baños de Molgas (2006), Burgas de Arriba e de Abaixo (2008), Cortegada (2012), colegio Josefinas de la ciudad (2014), ampliación de Novísimo en Cortegada (2016), O Tinteiro (2016), Prexigueiro I (Ribadavia, 2018) y O Baño (Bande, 2022). Están pendientes otras seis solicitudes. Entre las pendientes están la declaración mineromedicional de las aguas que surgen en Allariz, por petición de un hotel; la de Santa María (Castrelo de Miño); A Siota (Xunqueira de Ambía); una solicitud de Caldaria pendiente en la captación Pozo do Río de la ciudad (en las inmediaciones de la vieja estación de autobuses), y al menos otras dos. Estas solicitudes son el mejor síntoma del interés de los emprendedores en el termalismo, donde Ourense ostenta la segunda posición de ciudades con más fuentes termales de toda Europa.
Estudios sobre termalismo
El profesor del Campus de Ourense Pedro Araújo, experto en termalismo, cifra en 251 puntos de la provincia los que tienen “anomalía termal”, es decir, de los que brota agua caliente considerada termal. Son manantiales, pozos, fuentes… ubicados en hasta 27 concellos de la provincia. Además, hay otros 40 puntos, según este estudio, en los que existen indicios de que pueda tratarse de aguas termales. Sin embargo, solo se explotan un 30% del total.
Otra estudiosa ourensana, Marita G. Souso, lamenta en su libro “Ourense. Terra bimilenaria” la falta de análisis que, en muchos casos, impide saber si es agua termal la existente en balnearios y fuentes de la provincia, a pesar de que haya indicios para sospecharlo. Sin duda, el termalismo es una oportunidad única para la provincia.
