La Fundación Amigos de Galicia recibió las cartas a Papá Noel de 305 niños ourensanos. Marcos Vila, gerente de Ponte Vella, y Paula Chapela, responsable de comunicación de la Fundación, entregaron regalos ayer en el centro comercial a una docena de estas familias en riesgo de exclusión social. El resto se les entregarán en sus domicilios o en las oficinas de la Fundación.
Cristina Fernández recogió ayer, bajo el árbol de Navidad de Ponte Vella, el muñeco Funko que pidió su hijo de 10 años de edad. Percibe el Ingreso Mínimo Vital y su mayor deseo es volver a trabajar. Acudió este año por primera vez a la Fundación, que le ayuda mensualmente con entregas de alimentos.
Entre las familias participantes en la entrega de ayer, también había una pareja con cuatro hijos y un único sueldo de 500 euros. Llevaron un regalo para cada uno: los pequeños quisieron peluches; los mayores, ropa y zapatos. También acudieron a la Fundación por primera vez durante el confinamiento, cuando les ayudaron con una compra de 400 euros. “Trabajaba en la hostelería, me despidieron y me dejaron con 90 euros de paro”, recuerda el progenitor.
Vila aseguró durante el encuentro con las familias que “estamos orgullosos de poder colaborar para que nadie se quede atrás en estas navidades”. Y es que “la pandemia no hizo más que agravar la situación de las familias vulnerables a las que ya atendíamos, además de incorporar familias nuevas que vieron cómo su situación empeoraba”, subrayan desde la Fundación. Esta entrega tiene el objetivo de que “todas las familias puedan vivir una Navidad digna”.
