La salud mental de Diego Rodríguez Torres será clave para determinar su condena. El presunto homicida del crimen de Velle, está en observación en la enfermería del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar a la espera de someterse a un examen psiquiátrico. Es el siguiente paso para determinar su condena.
Su abogada, Ángeles Ferreira, no recurrirá el auto de ingreso en prisión, sino que presentará ante el juez el historial clínico del centro de salud de Torres en la calle Concejo, "para demostrar la inimputabilidad del mismo", dice.
Según la letrada, Diego llevaba desde octubre sin medicarse: "Lo dejó voluntariamente porque le hacía engordar mucho".
La madre de Torres
Pese a la relación cercana (de cuidados mutuos) entre Diego Rodríguez Torres y su madre, nadie se explica la falta de control en la medicación del presunto asesino y al parecer nadie medía las consecuencias. Vivían separados pero se veían a menudo. Él residía solo en un galpón en A Batundeira, justo al lado de sus víctimas, y su madre en un edificio de O Pino. Diego acudía allí a menudo para ducharse "porque el cobertizo en el que vivía no tenía baño", explica Ferreira.
La noche del crimen fue la madre quién acudió a dormir a "casa" de Torres porque, según explica la abogada, "tenía problemas de sueño y algún día se trasladaba al cobertizo donde pasaba la noche con su hijo".
La madre del inculpado, que mientras su hijo cometía un crimen estuvo encerrada en el cobertizo, también está bajo tratamiento psiquiátrico. Afirma que se encuentra "muy muy nerviosa porque yo también necesito tratamiento" y que tras el ingreso de Diego Torres en prisión "yo cuido de mi misma".
En observación, sin historial
En la enfermería de Pereiro de Aguiar observan a Diego Rodríguez Torres a la espera de nuevas indicaciones por parte del juez. "A mayores se encuentra haciendo cuarentena. Estamos teniendo dificultades para hacerle una PCR a todo el mundo, pero aún así tiene que guardar los días", explican desde el centro.
Una enfermera indica que "la prisión no puede acceder a la historia clínica de las personas que ingresan con casos como el suyo", algo que "dificulta nuestro trabajo porque no podemos saber qué tipo de persona es, qué tratamiento le habían señalado o cuáles son sus antecedentes". La valoración de Torres en Pereiro de Aguiar se realiza desde cero, algo que preocupa porque "estamos aislados, de momento todo va bien, hasta que pase algo grave y tengamos que afrontarlo", explica la enfermera.
