Los apicultores de Ourense intentan proteger las colmenas con más trampas

APICULTURA TRASALBA
photo_camera Apicultura en Ourense
El aumento de las temperaturas provoca una mayor presencia de avispas velutinas, que atacan a las abejas

Al margen del riesgo para las personas, la proliferación de las velutinas también se traduce en daños a las abejas. Los apicultores ourensanos colocan trampas desde hace semanas para hacer frente a las velutinas, la única solución para disminuir los ataques a las colmenas. Los productores se decantan, sobre todo, por las arpas eléctricas, uno de los métodos más eficientes. Los hilos de metal permiten el paso a la abeja, pero no así a la velutina, que es de mayor tamaño. Así, al intentar atravesar el arpa, los insectos reciben una descarga y mueren. 

Álvaro Feijóo, de Apícola Monte das Meigas de Cartelle, habla del incremento de avispas desde mediados de agosto. “Hay muchas más que antes, los nidos están creciendo mucho y se nota”, asegura. Feijóo, además de apicultor, también se dedica a la colocación de trampas en colmenas de diversas partes de la provincia: “Lo que más funciona son las arpas y los módulos que estoy haciendo”. Los “módulos” son trampas en forma de cajón con dos botellas laterales en las que se quedan atrapadas los insectos hasta que mueren. 

Zonas de alta montaña

Por el momento, las avispas velutinas todavía no se han aclimatado a las zonas de alta montaña, debido a las bajas temperaturas. De ahí que muchos apicultores hayan apostado por colocar sus colmenas en altura, para reducir el impacto de la plaga asiática. De hecho, productores de la provincia de Pontevedra (donde la presencia de la avispa es mucho mayor al interior de Galicia) han optado por trasladar sus abejas a concellos ourensanos, como última solución para mantener el negocio. Aun así, los apicultores se muestran preocupados, ya que el aumento generalizado de las temperaturas provoca inviernos más suaves, a los que las avispas velutinas pueden acostumbrarse con mayor facilidad.

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