La base de Vilavella tampoco podrá estar operativa en 2023

Apenas hubo avance pese a haber sido adjudicada en enero con un plazo de ejecución de 8 meses

La base de mantenimiento de Vilavella en el término municipal de A Mezquita para la línea de alta velocidad tampoco estará operativa en 2023. A pesar de haber sido adjudicada el 31 de enero pasado y firmado el contrato el 1 de marzo, la explanada en la que se tendría que levantar esta base apenas muestra signos del comienzo de las obras. Unas obras que, con un plazo de ejecución de ocho meses, deberían haber concluido antes de finalizar este año, circunstancia que no se va a producir.

La base tendría que estar siendo utilizada como centro de operaciones de mantenimiento de la línea de alta velocidad desde Pedralba de la Pradería hasta Taboadela, labores que le fueron encomendadas el año pasado a las empresas ourensanas Copasa y Cosfesa y a la portuguesa Neopul. Pero esta infraestructura acumula ya tres años de retraso, por lo que la maquinaria y el equipo empleado en dichas labores ha de ser estacionado de forma precaria en instalaciones provisionales.

La construcción de la base de mantenimiento fue adjudicada a las empresas Dragados y Tecsa, que participan en la UTE “Base Mantenimiento A Mezquita” con un 75% y un 25%, respectivamente. Dicha adjudicación se llevó a cabo en una reunión del consejo de administración de Adif Alta Velocidad el 31 de enero de 2023.

El 1 de marzo siguiente fue formalizado el contrato en el que se detallan el importe (5.007.845,84 euros) y el plazo de ejecución: ocho meses. También se señala que la totalidad del importe será desembolsado por Adif en una única anualidad, 2023, pues se entiende que debería estar concluida la obra antes de concluir el año, al faltar como único trámite para iniciar las obras el acta de comprobación del replanteo e inicio.

Vertedero

Pero pese a haber transcurrido más de cinco meses desde que se formalizó ese contrato, el entorno en el que deberían verse ya importantes avances en las obras apenas presenta indicios de que las mismas hayan comenzado. El pasado viernes, toda la actividad visible se centraba en el movimiento de un par de excavadoras en el lugar que funcionó, durante el montaje de la vía de alta velocidad, como punto de acopio de balasto.

En la actualidad todavía acumula balasto, además de otros elementos como fragmentos de vías con traviesas apiladas unas sobre otras y otros materiales, más en disposición de un vertedero de restos de obra que en lo que tendría que ser una base de mantenimiento. No hay indicios de la playa de vías, la losa de hormigón para el premontaje de desvíos y otros elementos, así como el edificio de oficinas, las naves destinadas a almacén, zona de taller, etcétera.

Todos los elementos que se ven en el entorno ya estaban construidos con anterioridad y forman parte del puesto de adelantamiento y estacionamiento (PAET), una instalación de seguridad y regulación de la circulación de la línea, así como el centro de autotransformación que forma parte del sistema que abastece de energía eléctrica a la catenaria. Pero de la base de mantenimiento todavía no hay obras significativas a la vista.

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