La UVigo ha encontrado solución para ampliar el constreñido Campus de Ourense, en el que la única parcela disponible que posee la institución académica ya está comprometida para levantar el edificio de la Escuela de Aeronáutica, siete años después de que se estrenase la titulación. Necesitarán más de cuatro millones de euros para construir una facultad de Inteligencia Artificial en una parcela del amplio solar de As Lagoas (tiene más de 20.000 metros cuadrados), donde la Xunta de Galicia ubicará un gran complejo administrativo tras adquirir, por 8,4 millones, cuatro de las nueve parcelas existentes (la 3, la 4, la 5 y la 6).
La propiedad del resto del suelo se comparte entre propietarios privados (7, 8 y parte de la 1) y Concello (le pertenecen en su totalidad el bloque 2 y el 9 y comparte con los propietarios el 1). La Diputación de Ourense ya anunció que inyectará 1,2 millones a la UVigo para facilitar esta ampliación, pero la institución académica espera la colaboración de otras administraciones. “O Concello ten algúns metros de solo que xa nos dixo que nos cederían, pero eses metros non chegarían”, confirma Manuel Reigosa, rector de la UVigo. De hecho, según pudo conocer este periódico, la parcela idónea para la universidad es la número 7, que ronda los 5.000 metros cuadrados, y está ubicada entre la iglesia de la Asunción y la residencia universitaria, que permitiría gran visibilidad entre los Campus de Ourense norte y sur. Precisamente, tiene los mismos metros que Reigosa calcula que necesitan para el edificio de Inteligencia Artificial. Esta parcela está en manos privadas. Además de negociar con los propietarios una oferta atractiva, la institución académica necesitaría de la complicidad del gobierno local para realizar una modificación en el plan urbanístico que permita construir ahí.
La llegada de grados y másteres nuevos al Campus (este curso empezó Relaciones Internacionales y el grado y el máster de Inteligencia Artificial) fuerzan a la UVigo a comprar los terrenos. “A parcela é moi grande, compraríamos unha esquina ubicada dun xeito que nos permita comunicar os dous Campus. Diante da residencia universitaria”, señala Reigosa. Por otro lado, el rector añade que “descoñecemos como é o proxecto construtivo da Xunta exactamente, supoñemos que ocupa boa parta da parcela, pero nós queremos ter aí presenza”. La inyección de fondos de la Diputación es un primer paso para agilizar esta compra. El rector confirma que este dinero será para la adquisición de los terrenos y agradece la “xenerosidade”, aunque, insiste, “non chegan para todo o que necesitamos, contamos que haxa apoio do Concello, que se comprometeu a ceder espazos nesa parcela”. Con todo, es cauto ante la cercanía de elecciones municipales: “Entendo que para esa cesión de metros teremos que esperar ás eleccións, igual que con todo o que teña que ver cos cambios na ordenación municipal”.
En cuanto a la posible colaboración de la Xunta -la estimación de la UVigo para edificar es de más de 4 millones-, Reigosa recuerda que “habitualmente, cando se fai un novo edificio, o solo apórtao o Concello e o edificio pónse por parte da Xunta”. Con todo, valora la situación económica de la universidad como “positiva”, con remanente disponible para destinar a la ampliación del Campus.
Aeronáutica, más avanzado
En cuanto a la construcción del edificio que precisa la Escuela de Ingeniería Aeronáutica, una prioridad de la UVigo tras siete años sin facultad propia, los avances son más notables. Se construirá sobre la única parcela que a la UVigo le queda libre, de 7.000 metros cuadrados, ubicada en la “almendra” que hay entre la escuela infantil del Campus y la biblioteca Rosalía de Castro. “É máis urxente porque levamos anos de retraso. E tamén temos que pensar no futuro, nun Campus que vai medrar e no que probablemente poidamos atraer máis titulacións e precisar a ampliación”, añade el rector. Este proyecto ya está en la fase de concurso.
Con estas previsiones, el Campus luchará por construir en su entorno y no desperdigar sus titulaciones por la ciudad.
