Tribunales

Usaron de cebo un Porsche barato para atracar al comprador, en Coles

Los acusados, con Santiago C.L. en primer término, en la sala de vistas.
photo_camera Los acusados, con Santiago C.L. en primer término, en la sala de vistas.
Juzgada la banda que asaltó a 3 asturianos en Coles para robarle los 26.000 euros pactados en la venta

Parte de la banda desarticulada en febrero de 2020 por asaltar a punta de pistola y apalear a compradores de coches de lujo en Ourense  y Lugo (dos casos en Monforte y otro Sarria) se sentó ayer en el banquillo del Juzgado Penal 2 por el robo violento que ocurrió en Coles el 6 de diciembre de 2019. La víctima, un asturiano que se desplazó a la provincia junto con unos amigos para adquirir el Porsche Cayenne que los inculpados ofertaron a través de internet por 26.000 euros (“alta gama, con pocos kilómetros y completamente equipado”), acabó en el hospital por múltiples hematomas y se quedó sin el dinero.  También los investiga un juzgado de Ponferrada (León) por hechos similares ocurridos en el Bierzo y deben declarar por exhorto en noviembre.

Los cinco acusados, los hermanos Adolfo  y Ángel R.R., Santiago C.L. y los marroquís Mouraz E.A. y Hassan B. reconocieron su participación en una trama en la que cada uno tenía un papel asignado. La fiscal tuvo en cuenta la reparación del daño causado, como atenuante muy cualificada, y dejó la pena en dos años de cárcel para todos ellos. Además, los dos últimos suman seis meses multa, a tres euros al día, por lesionar al perjudicado.  Entre todos ellos, afrontan la indemnización, que se abonará con la fianza depositada en su día en el juzgado: 11.500 euros por el dinero sustraído (la víctima renunció a recibir más) y 1.200 por las lesiones.

Los hermanos, con antecedentes, para no entrar en prisión tienen que  pagar otra multa (10 meses a 5 euros al día) y Mouraz debe realizar cinco meses de trabajos en beneficio de la comunidad porque no se trata de un delincuente novato (primario). 

Los agentes de la Guardia Civil que tomaron parte en la investigación creen que los acusados operaban como banda organizada con reparto de atribuciones: unos ofertaban el coche a modo de anzuelo y trataban con los clientes mientras otros acudían a la cita con comprador. Un vecino de Lugones  mostró interés en un Porsche Cayenne y acudió a un descampado situado en la N-525 en el concello de Coles junto a dos mujeres y un menor de 3 años.  Santiago C.L. lo había citado en  ese lugar. Durante el desplazamiento, el comprador sufrió una avería de su coche. Ante este incidente, el interlocutor puso en escena a un trabajador suyo, Mouraz E.H., para recoger a los clientes. Una vez allí, fueron recibidos por Hassan B. y una persona sin identificar. Hassan mostró un cuchillo de grandes dimensiones mientras Muraz E.A. exhibió una pistola. Hubo un forcejeo en el que el denunciante sufrió golpes por todo el cuerpo y se quedó sin los 26.000 euros que llevaba para abonar el coche. También hubo una persecución por parte de dos amigos de la víctima que llegaron a cruzar el coche para que los atracadores se detuvieran, aunque solo consiguieron un golpe en el vehículo.

Un preso a la jueza: “Señoría, ¿puedo tomar un café?”

Uno de los cinco acusados, Santiago C.L., llegó esposado desde la cárcel de Monterroso (Lugo), en donde está como preso preventivo. El inculpado dejó píldoras no habituales en una sala de vistas. Al aceptar los términos de la conformidad que previamente les había explicado la jueza con detenimiento, no sólo alabó su amabilidad -”Es usted muy amable”- sino que aprovechó la ocasión para pedir permiso para tomar un café en la máquina dispensadora que había a la puerta del juzgado. “Hoy no he desayunado y tengo problemas con el azúcar”, explicó. La magistrada no puso objeciones a “un café rápido” siempre que no produjera disfunciones en los dos agentes de la Policía Nacional que lo custodiaban.

Santiago C.L. al comienzo del juicio también quiso saludar a la prensa y fue el único de los acusados que quiso pedir perdón a la víctima asaltada, una disculpa que trasladó la jueza al denunciante, que compareció por videoconferencia. 

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