En las mochilas de los niños del CEIP A Ponte, uno de los centros públicos de referencia de la ciudad, se incluye esta semana una circular de un claustro educativo que se muestra “agobiado” y “en tensión”. El motivo es la supresión de tres maestras y un cuidador para el curso 2023-2024 por parte de la Consellería de Educación, a pesar de que la matrícula de Infantil en el colegio aumentó. Educación mantiene que la eliminación de aulas realizada en la provincia “garantiza” igualmente el buen funcionamiento de los centros.
Sobre el terreno, la sensación es diferente. “No se están cubriendo las necesidades básicas, el centro está a mil. Necesito tres cuidadoras para decir que podemos hacer el trabajo al 100%. Han crecido las necesidades educativas”, se queja la directora de A Ponte, Áurea Pérez.
A Ponte es un centro al que acude numeroso alumnado con necesidades educativas especiales. “En agosto, sin previo aviso, la consellería nos retiró una cuidadora. Nos enteramos porque la cuidadora nos envió un guasap. Es cierto que se iba un niño, pero la necesitamos igual porque está para otros muchos niños. No somos números”, manifiesta la directora, que asegura que la “calidad” de la enseñanza se está viendo mermada.
La petición formal a Educación de un cuidador y un profesional de Pedagogía Terapéutica ya está realizada desde el centro, pero aún no han obtenido respuesta. “Como personal docente, no está cubierto el centro. Falta personal, necesitamos medios”, insisten desde el centro.
Recuerdan que en el CEIP A Ponte llegó a haber cuatro cuidadoras. Ahora son la mitad. “¿Qué pasa con los niños con patologías?”, se preguntan en el colegio, donde cuentan con el apoyo del Anpa en esta reivindicación.
Si las peticiones a la Xunta no prosperan, desde el colegio ya valoran más movilizaciones. Por el momento, las pancartas inundan el centro y los familiares ya están informados de la situación. “A Ponte siempre fue un centro de referencia, no pueden dejarnos tirados”, señala la directora.
En el documento enviado a los padres y firmado por el claustro, reivindican los “recursos humanos e materiais que necesitamos e nos prometeron”. Y aseguran: “A día de hoxe non podemos dar cobertura a todas as necesidades do centro, isto implica un aumento da tensión da comunidade escolar, que fai que merme a calidade do ensino que recibe todo o alumnado”.
