Se acabó el Xacobeo de dos años y es hora de hacer balance. Todos se muestran satisfechos, mientras en Santiago muchos de sus habitantes muestran cierto alivio por el fin de la masificación de peregrinos. Aquí en Ourense las cifras están muy lejos de la preocupación, incluso muy lejos de ser relevantes.
Eso sí, algo se mueve porque la Vía da Plata resurge al clausurar su segundo mejor año de la historia, tal y como cuenta hoy La Región, que añada que hasta 13.384 peregrinos recorrieron en 2022 las rutas ourensanas, entre las que destaca el despegue del Camiño do Inverno.
Son crecimientos sostenidos, pero lejos de ser un elemento dinamizador de las zonas por las que pasa. Como en otras ocasiones y por asuntos similares, el empuje ourensano es solo relativo, de ahí que pese al empeño de las asociaciones que defienden los caminos, aún queda mucho camino que recorrer. Y nunca mejor dicho.
