La unión temporal de empresas Rante, que se ocupa de la construcción de la plataforma del primer tramo de la variante exterior ha iniciado ya la perforación del túnel de Rante, la obra más relevante en los 5,6 kilómetros de su recorrido. De hecho el túnel, con 3.410 metros de longitud, representa el 61% de todo el tramo. La boca Este, situada en Taboadela, en las inmediaciones de Santa Leocadia, ya registra movimiento de tierras y rocas.
El túnel será construido siguiendo el nuevo método austríaco, que consiste en perforar en avance en la mitad superior, asegurándola al mismo tiempo, y a continuación, actuar sobre la base, en lo que se denomina sistema de avance y destroza. En la boca Oeste, la más cercana a Ourense se han limpiado los accesos para iniciar el ataque. La perforación está previsto llevarla a cabo simultáneamente, desde tres puntos: ambas bocas y un punto de ataque intermedio que con posterioridad se convertirá en una de las tres salidas de emergencia de las que dispondrá el túnel, con galería de evacuación y conexión a la red viaria para asegurar tanto una evacuación rápida y segura en caso de una hipotética paralización del tren dentro del túnel, como para permitir el acceso de los servicios de emergencias.
El túnel, de un solo tubo, tiene una sección libre de 85 metros cuadrados para permitir el desarrollo de una plataforma de vía doble. Dada la longitud del mismo y la velocidad máxima de diseño, que será para circulaciones de hasta 250 kilómetros por hora, no requiere un sistema dos tubos como en los grandes túneles que cruzan el Macizo Central ourensano. Las obras de este tramo tienen un plazo de ejecución de 34 meses. Comenzaron el pasado febrero y es previsible que estén concluidas en las últimas semanas de 2024 o principios de 2025. Esta es una de las infraestructuras que tiene financiación de los fondos Next Generation, lo que obliga a que entre en servicio en 2026 como fecha límite. Tras la construcción de la plataforma tendrá que ser ejecutrado el montaje de vía y la electrificación.
