Desde hace años, el Concello de Ourense evidencia su incapacidad para mantener a raya algo que, a priori, debería ser un deber de cualquier administración pública como es llevar prácticamente al día el pago de los servicios que prestan sus proveedores. Lejos la mayoría de meses de los últimos ejercicios de la barrera legal que establece en 30 días el tope del período medio de pago de facturas, el consistorio ourensano cerraba el mes de agosto en casi 115 días, prácticamente cuatro meses.
El dato, malo de por sí, toma un peor cariz si se compara con el resto de capitales de provincia y de las ciudades de más de 75.000 habitantes, aquellas que están bajo el régimen de cesión de impuestos por parte del Gobierno central. Entre las capitales provinciales españolas, Ourense es la tercera más morosa de todo el Estado, ya que únicamente presentan peores datos las ciudades de Jaén, con el período medio de pago rozando los 775 días, y Las Palmas de Gran Canaria, que se demora una media de casi 180 días según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, correspondientes al pasado mes de agosto.
Otras ciudades
El indicador que presenta Ourense en este apartado ha ido creciendo en los últimos meses del mandato de Gonzalo Pérez Jácome, que en su etapa en la oposición decía que el anterior alcalde, Jesús Vázquez, era un “pufero” por tenerlo en 60 días, llegando incluso a pedir la intervención del Concello.
Ahora, no solo la comparativa con las otras capitales de provincia deja a Ourense en mal lugar, sino que al ampliar la perspectiva a todas las ciudades del Estado se refleja que la urbe ourensana es la novena que más tarda de media en concluir la tramitación de las facturas emitidas por prestación de servicios u obras. La décima es Santiago de Compostela, que pese a incumplir el plazo legal está bastante por debajo de los 100 días.
Cincuenta municipios de la provincia cumplen plazos
El mal comportamiento del Concello de Ourense en el pago a proveedores no es la tónica habitual en la provincia, ya que los últimos datos disponibles que evalúan a todos los ayuntamientos españoles (al cierre del segundo trimestre) reflejan que 50 de los 92 municipios ourensanos sí cumplen con los plazos que establece el Ministerio de Hacienda para pagar en tiempo y forma las facturas.
Destacan en su agilidad para abonar las deudas con proveedores los consistorios de Vilamarín, Lobeira, Carballeda de Valdeorras, Xunqueira de Espadanedo y Padrenda, todos tramitando de media sus facturas en menos de cinco días. Tres de estos concellos, Vilamarín, Lobeira y Xunqueira de Espadanedo, podían presumir además en el ecuador del ejercicio de no tener ningún tipo de deuda pendiente.
Diametralmente opuesta es la situación del municipio de Rairiz de Veiga, que con un período medio de pago por encima de los 1.035 días solo tiene mejores números (entre los que remiten la información a Hacienda) que cinco ayuntamientos españoles. El consistorio limiano es uno de los 28 de la provincia que paga fuera del plazo legal a sus proveedores, mientras que otros 14 ocultan su información al no enviarla al Gobierno central para su publicación.
