El corte de la vía desde Ourense a Monforte será prolongado hasta abril

Trabajos en el interior de uno de los túneles de la línea.
photo_camera Trabajos en el interior de uno de los túneles de la línea.
Las obras en el corredor a Lugo, que afectan también a Ourense, obligan a extender la interrupción al menos cinco meses más

Nuevo revés para los usuarios del ferrocarril entre Ourense y Monforte y, por extensión, Lugo y Valdeorras. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) prolonga la suspensión del tráfico por la línea hasta abril de 2024, según confirmaron fuentes de la empresa pública. El motivo, los trabajos de modernización del corredor Ourense-Monforte-Lugo, que todavía no han concluido pese a que estaba previsto restablecer la normalidad del servicio este mismo mes.

Los tramos entre la ciudad y Monforte de Lemos fueron clausurados en noviembre del año pasado para acometer el plan de modernización integral del corredor, que cuenta con una inversión de 550 millones de euros y cuyos objetivos son “mejorar su capacidad y fiabilidad”, tal y como trasladan desde Adif. Estos trabajos están destinados a reducir los tiempos de viaje entre la ciudad de As Burgas y Lugo, así como a incrementar la comodidad del viaje. El cierre del tramo Ourense-Monforte se debía a la reelectrificación a 25 kilovoltios en corriente alterna, con la previsión de reabrirlo el pasado mes de julio.

Prórroga del corte

Sin embargo, en ese mismo mes, Adif anunció que prorrogaría el corte, con el fin de aprovecharlo y acometer la adaptación necesaria para incorporar la línea al Corredor Atlántico de mercancías. Esto incluye renovaciones de sistemas de telecomunicaciones y señalización, entre otros. Ahora, la reapertura se ve aplazada una vez más. Desde Adif aseguran que están “respondiendo al reto técnico y de planificación” así como a “las características orográficas”. En todo caso, “la ampliación del alcance de las actuaciones y el reto técnico no compromete la finalización”, dicen, de los trabajos, aunque “conlleva mantener la suspensión de la circulación hasta abril de 2024”.

La prolongación del corte al tráfico fuerza a Renfe a continuar prestando un servicio alternativo por carretera. Ahora mismo, todos los convoyes suspendidos entre Ourense y Monforte son sustituidos por autobuses que cubren el trayecto. El cierre de la línea afecta, entre otros, a trenes Alvia y regionales con destino Lugo, regionales con destino Ponferrada y al Alvia Galicia-Barcelona.

La reelectrificación del tramo cuenta con una inversión superior a 24,3 millones de euros. Una de las metas es conectar Lugo con la red de alta velocidad, una vez descartada la construcción de una línea nueva, así como de una variante en Os Peares para esquivar el tramo más complicado, el que remonta el río Cabe.

La abrupta orografía dificulta los trabajos, complejos de por sí

Los túneles, puentes, viaductos, desmontes y terraplenes están dando más guerra de la que Adif esperaba en el tramo entre Ourense y Monforte de Lemos. Las obras que se realizan en estos 46 kilómetros tienen por objeto renovar su catenaria para actualizarla a los mismos parámetros del tramo que se está electrificando entre Monforte y Lugo. Si la vieja línea que pasa por Os Peares cuenta con un sistema de corriente continua a 3.000 voltios, el que domina en la red ferroviaria de ancho ibérico, el corredor hasta Lugo se está electrificando con el mismo voltaje que se aplica en la red de alta velocidad y en el Eje Atlántico: 25.000 voltios de corriente alterna, el mismo que tienen también las líneas electrificadas en Portugal. La nueva catenaria entre Ourense y Monforte podrá soportar ambos sistemas. Pero, a cambio, requiere rebajar la plataforma para que el tendido tenga espacio suficiente en los ocho túneles que hay en el tramo, especialmente entre Os Peares y Canabal, donde se concentra el mayor número de ellos.

El ajuste, que obligó a levantar la vía y el balasto -la grava que asienta las vías- fue aprovechado para adaptar el trazado a los requerimientos de los futuros grandes trenes mercantes que, se espera, transitarán por este tramo del Corredor Atlántico de mercancías. Especialmente, en materia de gálibos y de renovación de elementos como trincheras, desmontes y terraplenes. El fin es garantizar la seguridad en la circulación ferroviaria. Estas actuaciones que obligan a levantar la vía, unidas al hecho de que el acceso de camiones y maquinaria en algunos tramos solo es posible a través de la propia plataforma ferroviaria, han obligado a suspender la circulación por primera vez desde que esta línea entró en servicio en 1885. El resto de las obras que se están llevando a cabo, en materia de señalización, aparatos de vía o telecomunicaciones, no habrían requerido de este corte que, de momento, está a punto de cumplir doce meses pero que se va a prolongar por cerca de año y medio.

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