El covid-19 golpea de muerte al fin de semana más "festeiro" del verano 

La provincia de Ourense atraviesa este fin de semana las fechas grandes reservadas tradicionalmente a las fiestas populares, el 15 y 16 de agosto, donde decenas de localidades festejan a la Virgen de la Asunción o a su patrón San Roque. Pero en este atípico verano, llega sin celebraciones y con la amenaza de la "ruina total" del sector que se dedica a las verbenas y a la organización de eventos.

Solo a lo largo del mes de agosto, Ourense acoge 186 fiestas populares, a un ritmo de más de seis diarias, según "As cifras da industria cultural galega" publicado por la Xunta. Es la segunda provincia gallega, tras A Coruña, con más fiestas en este mes, pese a ser la menos poblada. Una posición que demuestra las terribles consecuencias que la pandemia puede provocar en ese ámbito, no solo en lo económico, sino también en lo social y cultural. 

"Non se celebrou ningunha festa. Nada. Só algunhas charangas amenizan un pouco nalgúns sitios. Isto é a ruína total", señala José Antonio Alvar, de Espectáculos Alvar, veterano representante musical. Para la organización de la mayor parte de fiestas, se crean comisiones de vecinos, que este año han tenido que cancelar las programaciones. Unas se plantean seguir, otras está por ver. "A peor consecuencia disto vai ser que moitas festas pequenas non se van volver facer máis, van desaparecer", confiesa Alvar, que ve negro el futuro para muchas agrupaciones musicales: "Gran parte das orquestras están agora desfeitas". 

Precisamente, Lucía Sánchez, vocalista de París de Noia, explica que "xa había unha crise bastante grande antes do coronavirus, pero temo que isto poida provocar a desaparición do sector". Este verano, muchos de los artistas vinculados con el sector han intentado adaptarse a la situación y crear dúos o tríos para tocar en espacios reducidos. "O peche do ocio nocturno tamén nos afecta neste sentido", asegura Sánchez. Alvar también da cuenta de ello, aunque señala que la gran mayoría del sector "segue á expectativa". 

Iván Prado, presidente de la asociación Civitas Limicorum, organizadora de la Festa do Esquecemento, afirma que está siendo un año "catastrófico", desde su visión como diseñador y gestor cultural. Desde que arrancó la "nueva normalidad", la entidad intentó realizar eventos más pequeños para limitar el riesgo de contagios, aunque las últimas medidas tomadas por las autoridades sanitarias, le hacen pensar que "ata o ano que vén, pouco haberá que facer". 

Situación similar a la que se vive en el municipio de Boborás, donde el Concello decidió cancelar la celebración de "1809. A Batalla" para evitar aglomeraciones. "Os veciños non podían ensaiar porque precisabamos contacto físico, e tamén nos parecía imprudente convocar un evento no que se xunta tanta xente", apunta la alcaldesa, Patricia Torres. "Polo de agora as festas patronais limítanse aos actos litúrxicos", añade.

Las pocas comisiones que sí han dado el paso, reconocen el miedo previo al evento. "Xa pasaron varias semanas e non houbo, que saibamos, contaxios. Pero é certo que entre os veciños había moitos que non aprobaban a decisión", explica Brian Diz, parte de la organización de las fiestas de Parada de Amoeiro, celebradas el pasado mes. "Puxemos carteis para que a xente coñecese as normas, e tamén indicamos cal era a entrada e cal a saída. No momento que máis afluencia houbo eramos ao redor de 400 persoas", asegura.

Fiesta popular: “É unha gran perda social e cultural"

Iván Prado, presidente de Civitas Limicorum, asociación organizadora de la Festa do Esquecemento, explica que "cando empezamos a ver como ía todo en marzo e abril xa cancelamos". La fiesta se iba a celebrar del 21 al 23 de agosto. "Coa nova normalidade, coa Deputación e a Xunta empezamos a tramitar alternativas, facendo pequenos actos, pero coa situación que vén agora, parece difícil facer nada", explica Prado. Para ellos, no celebrar el Esquecemento es "unha gran perda a nivel cultural e social" para Xinzo de Limia, su historia, su cultura y también su economía. "Hai xente que di que lle vai incluso mellor no negocio que no Entroido", subraya Prado. Y valora, desde la organización del Entroido, que duda de que haya en 2021. "A xente sairá, porque é unha celebración da xente, pero a nivel organizar por parte do Concello non o vexo fácil". Cuando en abril suspendieron el Esquecemento, aun no tenían nada cerrado -"sempre empezamos a principios de abril"- y desde junio hicieron pequeños eventos  

Charangas: “Adaptámonos á nova situación"

Aunque este sea un verano atípico, la Charanga BCB apostó por dar un paso adelante. "Pensabamos que non ía haber festas, pero estivemos atentos, falamos coas comisións e organizadores, e vimos as posibilidades. Para nós é importante aportar esa alegría, é necesario", explica Daniel Sousa, integrante de la agrupación. 

Por el momento ya han ofrecido varias actuaciones, tanto en la provincia como en el resto de Galicia, todas en horario diurno: "Adaptámonos ás novas regras, temos un espectáculo distinto, pensado para actuar co público sentado para gardar todas as medidas de prevención". Cada integrante de la charanga utiliza mascarilla en la actuación, aunque los músicos de viento se la quitan durante el tiempo que tocan. "Cumprimos as medidas e, do que vemos na xente, a maioría tamén está a seguir todas as recomendacións", apunta. La agrupación reconoce que es una época "complicada", pero camina hacia adelante.

Festival: “Iremos a formatos más pequeños" 

Laucas Galván forma parte del Espacio Matrioska, que organiza desde el año 2015 el Festival Reina Loba en Os Blancos, por el que en 2019 pasaron más de 3.000 personas, un encuentro gratuito de arte, música y ecología, que este año se tenía que haber celebrado la segunda semana de agosto.

 "En cuanto vimos en marzo cómo iba todo decidimos suspenderlo. Somos vecinos de un pueblo muy envejecido, y lo último que queremos es poner a nadie en peligro", dice Galván. Tiene claro que el Reina Loba seguirá, pero la pandemia les ha hecho cambiar la mente. "Quizás debemos ir a formatos más reducidos; quizás el festival estaba creciendo demasiado, y esto puede ser el empujoncito para volver a los orígenes", añade.

Cuando cancelaron tenían ya la programación cerrada y hubo que cancelar todo: "No supuso ningún gasto pero sí bastante esfuerzo".  A ellos, la situación actual les ha afectado de lleno, también como colectivo artístico: "Está todo parado".  

Orquestas: “Vexo difícil a temporada do 2021"

Hace meses que Lucía Sánchez, ourensana vocalista de la orquesta París de Noia, sabía que este verano iba a ser distinto. "Intentamos ver diferentes posibilidades, dende a Xunta daban permiso, pero cando vimos os protocolos... Para meter a mil persoas había que contar cunha superficie moi grande, non era posible", explica Sánchez. 

Tras la decisión de cancelar la gira 2020, la ourensana comenzó a idear planes alternativos. "Eu pensaba salvar o verán facendo bolos, pero agora, coa decisión de pechar o ocio nocturno, tampouco hai esa posibilidade. Xa era moi complicado antes", asegura. La cantante reflexiona sobre la situación del sector de las orquestas, "xa mala" cuando ella empezó, hace nueve años. "Despois disto, moitas agrupacións non van aguantar e terán que pechar e a xente cambiar de sector. Eu son positiva, pero isto véxoo complicado. Vexo difícil a temporada do 2021, tal e como está a situación agora mesmo".