Adif sustituirá el actual centro de control de tráfico (CTC) de la estación de A Ponte por un nuevo centro de regulación de la circulación ferroviaria (CRC) que emplazará en la estación de San Francisco, actualmente sin servicio de viajeros. El proyecto, que ya había adelantado este periódico en julio de 2021, se va a materializar a partir de 2024 con la licitación de las obras de renovación y adaptación del edificio histórico, inaugurado como estación en 1957, un año antes de la conclusión de la línea Zamora-Ourense-Santiago.
El proyecto de Adif no solo contempla la modernización de las instalaciones del actual CTC de Ourense, cuya última actualización se realizó en 2008, sino también la ampliación de sus atribuciones, extendiéndose a toda la red ferroviaria gallega, de los 920 kilómetros actuales que comprenden todas las líneas convencionales de ancho ibérico, a 1.151 kilómetros que añaden al control actual, la línea de alta velocidad en ancho ibérico desde la estación de A Ponte hasta Santiago, parte de la línea de alta velocidad en ancho estándar y el trazado de ancho métrico de la cornisa cantábrica desde Ferrol a Ribadeo, lo que supone un refuerzo de la posición de Ourense como centro nodal de la red ferroviaria gallega, tanto en lo que se refiere al control y gestión del tráfico de trenes de viajeros y mercancías como en la centralización de los servicios de mantenimiento y conservación de la red. El centro de regulación de la circulación aglutinará en una misma unidad competencias de control y gestión que ahora se encuentran repartidas por Galicia en diferentes dependencias e implementará sistemas redundantes que refuercen la seguridad e incluso permitan el control de líneas ferroviarias de otras comunidades si por avería de sus sistemas de control necesitasen ser gestionadas desde Ourense.
Las obras e instalación del nuevo CRC de San Francisco irán en paralelo a las obras que se están desarrollando actualmente en los dos primeros subtramos de la variante exterior y es previsible que se finalice antes que dicho tramo de alta velocidad, ya que en la licitación Adif tuvo que reubicar a los inquilinos del inmueble que va a ser reformado, tres viviendas y un local en la planta baja, primera intervención antes de acometer las obras de reforma.
